BILBAO. La perra con la que consiguió proclamarse campeón de caza menor de Bizkaia el pasado 16 de octubre, nació el mismo año que su hijo mayor. El 25 de mayo de 2001. Un día para no olvidar. "Ese día tuve dos camadas de dos perras diferentes con un total de dieciséis cachorros, con mi hijo, fueron diecisiete", recuerda con una sonrisa Álex Zarraga. Lleva toda su vida cazando porque "me apasiona". Lograr este galardón supone para este vecino de Erandio un reconocimiento a tantos años de dedicación. "Nunca he buscado ni he esperado premios. Lo hago porque me gusta, pero cuando logras un premio así se te sube el ego", confiesa el cazador. Tiene cuadrilla fija desde hace al menos treinta años. "Tengo tres amigos con los que llevo muchos años saliendo a cazar. Somos los fijos", aclara. Ahora tiene la vista puesta en el campeonato de Euskadi que se celebrará el 21 de noviembre. "Sería mucha suerte que ganásemos, pero nunca se sabe", comenta.

Zorionak.

Eskerrik asko.

¿Preparado para el campeonato de Euskadi?

Bueno, no estoy haciendo nada especial para prepararme. Como todas las tardes, voy al caserío y salgo al monte con la perra para entrenar. Poco más.

¿Contento?

Mucho, como para no estarlo.

¿Es su primer premio?

El primero, sí.

¿Se presentó al concurso para ganar?

No, ni lo pensé. Representaba a la Sociedad de Caza de Leioa y sólo pensaba en hacerlo lo mejor posible. A mí me encanta cazar y para mí fue un día más, pero tuve suerte.

¿Sólo suerte?

Bueno, suerte y una compañera de concurso excepcional. Sin ella no habría podido ganar el campeonato.

¿Cómo se llama la protagonista?

Laika es una setter de seis años. Muy lista. Con tan sólo una mirada ya sabe lo que tiene que hacer y adónde tiene que dirigirse. Se queda quieta, me mira y con un gesto me pregunta qué tiene que hacer. En el momento que le hago un gesto, levanto la mano o dirijo el dedo hacia alguna dirección, Laika, no pierde ni un segundo para hacer lo que le pido. La verdadera campeona es ella, yo sólo le acompaño.

¿Mejor hembras que machos para la caza de aves?

Sí. (Con rotundidad). Las perras son más listas, ágiles y eficaces. No tengo ninguna duda.

¿Por qué las mujeres no van a cazar? ¿No les dejan?

Por supuesto que les dejamos. Cómo no. Si no van es porque no quieren o no pueden. De hecho, yo tengo una amiga, Felisa, de casi 70 años, que es una estupenda cazadora. Mejor que muchos hombres. No hay pájaro que se le resista.

¿Cuánta gente se presentó al campeonato de Bizkaia?

Más de veinte, y muchos eran cazadores jóvenes y muy preparados.

La veteranía es un grado, ¿eh?

Sí, pero uno ya está más cerca de los cincuenta que de los cuarenta y se nota. Pero aguanté bien y anduve tanto como ellos.

¿Cuántas perdices capturó?

Siete en casi cinco horas. Comencé a las nueve y media de la mañana y terminé a la una y veinticinco. Fui el último en entregar las perdices al juez. No sabía cuántos habían llegado antes, ni las piezas que habían entregado.

Y cuando llegó y se encontró con que era el que más perdices había cazado, cómo se sintió?

Uf. Ni me lo creía. Me abracé a Laika de lo contento que me puse.

Cazar con perro no debe de ser fácil, ¿no?

La verdad es que no lo es. Hay que meter muchas horas para conseguir una coordinación con el animal.

¿En qué consiste la prueba?

Todos los participantes salen a la vez. Cada cazador va acompañado de un juez. El que más piezas captura en el tiempo establecido ése es el que gana.

¿No se cansó?

Sí, claro. Pero me lo pasé muy bien y disfruté, que es muy importante. ¿De qué serviría si me aburriese? Lo principal es pasarlo bien con lo que haces.

Estoy de acuerdo. Y, ¿estuvo nervioso el día de campeonato?

Nada de nada. Es más. Cuando el juez dio la salida todos empezaron a correr... Laika y yo nos lo tomamos con tranquilidad.

Sin prisa pero sin pausa.

Así lo hice y mira lo bien que nos salió. Al final, con el premio a casa.

Por cierto, ¿dónde ha colocado el trofeo?

Encima del armario del salón.

¿Para que se vea bien?

Claro, para uno que consigo.

¿La caza es sólo un hobby?

No, es mucho más.

¿Pasión?

Una pasión con sacrificio.

Sarna con gusto no pica, pero mortifica...

Ya te digo. Es mucho dinero lo que hace falta. Hay que tener en cuenta que aunque los meses de caza son de octubre a enero, el resto del año hay que seguir cuidando igual a los perros.

¿Cuántos años lleva en esta práctica?

Uf. Desde niño. La primera vez que me fui a cazar tenía seis años.

Un crío. ¿Cómo se inició en este mundo?

La primera salida al monte la realicé con mi tío, un cazador de toda la vida que me enseñó a moverme.

Y se picó para siempre.

Claro que sí, estoy totalmente enganchado.

¿Recuerda cuándo capturó la primera pieza?

Hombre que me acuerdo. Aquel día no lo tengo para olvidar. Fue en Unbe. Tenía nueve años y conseguí la pieza con un perro que cuidaba mi tío. La sorda parecía un sordón de lo grande que me parecía. Es que era un niño.

Vaya satisfacción, ¿eh?

Aquel día fue impresionante. Estuve peinando el pájaro tres días y me paseé por Erandio para que todo el mundo la viese.

¿Lo ha celebrado?

Sí, con una comida.

¿Sabe cocinar las perdices?

Claro que sí. Además de ser un amante de la caza también soy txokero. Preparo perdices escabechadas. Me salen para chuparse los dedos.

¿Alguno de sus hijos ha heredado su pasión?

Al mayor le gusta y suele venir conmigo.

¿Pero no es peligroso para un niño?

Cuando voy con el niño le llevo a lugares donde no hay peligro. Nunca dejo al crío solo. Siempre está conmigo.

Pero reconocerá que cazar tiene sus riesgos, ¿no?

Claro, porque la gente va con armas, pero hay que ser consciente de ello. La escopeta hay que llevar con el seguro dado y agarrado con las dos manos. No en el hombro como llevan muchos. Si te caes se puede escapar un tiro.

El pasado jueves, un cazador bilbaino fallecía en Toledo por un disparo fortuito de un amigo. Esas cosas pueden ocurrir...

No son muchas las que ocurren este tipo de desgracias, pero cuando pasa... Hay que tener cuidado y quien sale a cazar tiene que tener claro que lleva un arma. No es lo mismo ir a echar unos tiros que ir a cazar.