El Ayuntamiento de Bilbao ha contactado en los últimos dos años con más de 10.000 hogares en los que viven personas mayores de 75 años, para saber cómo estaban y detectar posibles situaciones de soledad. Gracias a su red de antenas sociales -centros de salud, servicios sociales, farmacias o asociaciones de vecinos- han podido identificar a 209 personas que viven en una situación de aislamiento. La soledad no deseada es un problema de salud pública, un drama silencioso que afecta cada vez a más gente.

Para combatir estas situaciones, el Consistorio bilbaino elaborará una estrategia municipal global, más allá del ámbito estrictamente social, implantando los recursos necesarios para dar respuesta. “Queremos que Bilbao sea de verdad una ciudad cuidadora de sus vecinos y vecinas, para que su calidad de vida sea la mejor”, avanzó el concejal de Acción Social, Juan Ibarretxe. 

Fue el grupo Elkarrekin Bilbao el que llevó el pasado jueves al pleno municipal una realidad que, según lamentó su concejala Carmen Muñoz, “se está convirtiendo en un tema de creciente preocupación desde un punto de vista social y de salud pública. Es un problema silencioso que cada vez afecta a más personas”. 

EL APUNTE

Recursos. El concejal de Acción Social en el Ayuntamiento de Bilbao, Juan Ibarretxe también quiso hacer hincapié en el transcurso del último pleno en los recursos que se ponen a disposición de las cada vez más personas mayores que quieren vivir en sus casas, como el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), que atiende a 3.650 hogares; la teleasistencia, de la que se benefician más de 11.200 hogares, o las viviendas alternativas a las residencias, como las comunitarias, en las que residen 310 bilbainos.

Según datos del Eustat, en Bizkaia viven solas 143.017 personas, de las que un 58% son mujeres, casi la mitad de ellas mayores de 65 años. No es una realidad a la que sea ajena Bilbao, ni el Ayuntamiento. El aumento de la esperanza de vida, explicó Ibarretxe, es una de las causas de que cada vez haya más personas en situaciones de soledad, sobre todo entre las más mayores, pero también existen otros factores “como los cambios en nuestra forma de vivir, sociedades cada vez más individualistas, ritmos de vida más acelerados o movilidad geográfica de las personas del vecindario”.

Eso sí, advirtió de que no todas las personas que viven solas se sienten solas. “Cada vez más personas eligen vivir solas; pero vivir en soledad es una realidad compleja, que no se debe simplificar en base al número de personas que viven en un hogar”, matizó. De hecho, desde los servicios sociales se están detectando cada vez más personas que, pese a vivir acompañadas, sufren ese sentimiento de soledad, “a menudo en un estado de vulnerabilidad y fragilidad”. 

El concejal de Acción Social recordó que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la soledad no deseada es una cuestión de salud pública, “porque puede tener efectos negativos como deterioros cognitivos, depresión, pérdidas de movilidad, enfermedades cardiovasculares o mortalidad temprana”.

El Ayuntamiento de Bilbao aborda esta realidad desde hace años con el programa Mirada Activa, que lleva accediendo a los hogares de la personas que puedan padecer esta soledad desde 2013. En los dos últimos años, ha visitado más de 10.000 viviendas en las que residen mayores de 75 años, solos o con otras personas de edad similar.