A estas alturas ya se sabe que la cebolla es cuestión de gustos, pero lo que debe ser indispensable para preparar una tortilla de patatas exquisita es un ingrediente heredado de nuestros antepasados: el cariño con el que cocinan las amamas. Así lo consideran los miembros del jurado del primer Concurso de Tortilla de Patata de Bilbao organizado por Bilbao Centro que ayer entregó sus premios a los comercios hosteleros participantes en la iniciativa. Covent Garden se alzó con el galardón a la mejor Amama Tortilla, Kazeta Restaurante logró el primer puesto en la categoría Bilboko Tortilla, Café Bar Las Torres se alzó con el premio San Mamés Tortilla y Hotel Ercilla recogió el premio a la tortilla más popular.

Una decena de asistentes fueron testigos de la difícil deliberación llevada a cabo por el tribunal que tuvo que elegir a los ganadores entre las once tortillas finalistas de los 36 comercios hosteleros participantes. Un jurado profesional compuesto por Aitor Elizegi (Bascook y Txocook), Aingeru Etxebarria (Escuela de Cocina), Josu Mendia (Restaurante Kelti) e Igor Agirre (Zapore) fue el encargado de escoger la mejor Tortilla San Mamés, “la más sabrosa y agradable al paladar”, y la Bilboko Tortilla, “la más innovadora y moderna”. Los finalistas en este apartado, en el que cada participante podía incluir cualquier ingrediente que estimase oportuno, fueron Kazeta Restaurante, Café Bar Las Torres, Max Tortilla, Café Teatro Memorial, Mendata Berria y Stand By.

Además de una buena materia prima compuesta por huevos, patatas y aceite de calidad, los componentes del jurado evidenciaron que “la innovación está bien, pero cualquier ingrediente no vale, ¿eh?”. Según Elizegi, la de la tortilla de patata “es una receta muy difícil de mejorar sin equivocarse. La base de la elaboración es lo más básico, a partir de ahí se puede hacer algo más arriesgado”. Después de degustar todas las tortillas, los miembros del jurado se retiraron a deliberar y tomar una decisión que, a juzgar por la tardanza, no fue nada fácil. “Estábamos entre tres”, confesó Etxebarria antes de la lectura del veredicto.

Finalmente, el premio San Mamés Tortilla recayó sobre el Café Bar Las Torres, cuyo responsable señaló que llevaban tiempo haciendo esa tortilla paisana con espinaca y pensaron que podía encajar en el concurso. “Hacemos muchas tortillas, sobre todo los días que juega el Athletic”, bromeó nada más recoger el galardón compuesto por una placa y un regalo de cincuenta kilos de patatas y la edad de cada ganador en huevos. El mismo premio se llevó el encargado de Kazeta Restaurante, quien subió a recoger el premio Bilboko Tortilla “por ser la más bilbaina y vanguardista”, realizada con un revestimiento de jamón y queso.

Tras repartir el galardón correspondiente a la tortilla más popular, que recayó en el Hotel Ercilla por haber acumulado más votos a través de Facebook -un premio que recogió su director, Álvaro Martínez- la expectación fue máxima con las protagonistas de la iniciativa. Las amamas, las grandes homenajeadas de la jornada, subieron al estrado para decidir cuál sería la mejor Amama Tortilla, aquella cuyos únicos ingredientes son el huevo y la patata. Conchi, Nieves, María Jesús y Juli fueron las encargadas de elegir la más tradicional entre Attico 14, Restaurante Gredos, Gure Ametzak, Huevo Barria y Convent Garden, decantándose por este último bar.

“Hemos estado de acuerdo, enseguida hemos decidido”, indicó María Jesús, quien confesó que ya había hecho una ruta por los bares para degustar las tortillas. “Hemos tenido en cuenta la presentación, el corte de cada una, el gusto y el olor... Aunque estaban todas muy buenas, había diferencias”, explicaron las mujeres, quienes demostraron ser muy exigentes. “Tanto como un 10 no, ¿eh? Pero un sobresaliente sí tiene”, dijeron en referencia a la ganadora antes de explicar el porqué: “Somos partidarias de la cebolla. El gusto de la cebolla es imprescindible, hacer una buena tortilla sin cebolla no es nada fácil”, consideraron.

Buena cuenta de la sabiduría de las amamas dio Elizegi, quien finalizó el acto homenajeándolas: “Todo lo que significa la cocina vasca en el siglo XXI es producto de la constancia de estas mujeres que, cuando el territorio pasaba por situaciones difíciles, no renunciaron a dar de comer bien a su familia. Todo lo que somos se lo debemos a ellas”.