BILBAO. La nueva alfombra, que ha costado 50.500 euros, es una versión mejorada de la anterior, al incorporar una banda inferior que recoge el agua y potencia más su efecto antideslizante para evitar caídas por la lluvia.
De color negro y de 2,85 metros de anchura, está fabricada con rizo de vinilo de gran durabilidad y con inserción de gránulos de PVC, lo que hace que su superficie evite resbalones y no altere la estética del puente de Zubizuri, que une las dos márgenes de la ría entre las Torres de Isozaki y el Campo Volantín.
Los trabajos de renovación comenzaron el pasado lunes y se han desarrollado principalmente por la noche para no interrumpir el tránsito de viandantes.