'La Musa' del Euskalduna se traslada
La obra de Salvador Dalí, 'Terpsícore', es reubicada en el estanque del palacio de congresos para captar la atención del público como colofón a su ampliación
bilbao. El estanque del Palacio Euskalduna tiene nueva inquilina desde ayer. Se trata de Terpsícore, la Musa de la danza, creada por Dalí en 1971, y que desde 2003 se encontraba en la parte trasera, junto a la orilla este del estanque. La ampliación del palacio ha dado lugar a la reubicación de algunas obras de arte que en el futuro quieren ser un atractivo también para el público del auditorium.
"La ampliación del palacio nos ha hecho reubicar a la Musa", según explicó ayer el director gerente del Euskalduna, Jon Ortuzar. Aunque "se pensaron diferentes emplazamientos", finalmente se ha optado por asentarla cerca del ángulo donde se enlazan la construcción original del Palacio de la Música con la nueva prolongación, casi en el centro del estanque.
Terpsícore, una mujer con faldas, de cinco metros de altura, y casi dos toneladas de peso, se encuentra ahora sobre el estanque, uno de los elementos que envuelve al palacio. Una zapata de hormigón armado sostiene la estructura de la Musa de la Danza. Al mismo tiempo, lleva embebida una chapa de acero sobre la que se ha colocado una peana de la que brota una figura con forma de siete que hace que la bailarina permanezca con un pie en el aire como si estuviera danzando. A sus pies, cinco focos iluminarán cada noche su silueta. "Enfatizarán lo que Dalí hizo en su momento", señaló el arquitecto César Caicoya.
La reubicación de las obras del Euskalduna también ha afectado a los apilamientos escultóricos de escorias. Anteriormente estaban situados en la zona sobre la que ahora se extiende la ampliación del palacio, y en la actualidad ocupan un lugar en la popa, siendo visibles desde el puente Euskalduna.
Estos apilamientos diseñados por el arquitecto del palacio, Federico Soriano, "han sido rehechos a petición popular por el gran sentimiento de pertenencia que tienen los bilbainos", explicó ayer Ortuzar.
Las escorias son un símbolo de homenaje y memoria a la actividad industrial que constituyó uno de los pilares de la tradición industrial de la ría. En esta reedición, tras despiezar las escorias una a una, éstas fueron pegadas al hormigón, ya que muchos de los visitantes se llevaban un pedazo de recuerdo. "El alto contenido en hierro de los fragmentos ha hecho que la recreación sea difícil", explicó Ortuzar.
Aún está pendiente colocar una placa explicativa que acompañe a los apilamientos escultóricos que, a pesar de estar en la zona de carga y descarga, han sido estratégicamente colocados para permitir el acceso y no molestar en la parte funcional del muelle.
La ampliación del Palacio Euskalduna dará la posibilidad de realizar congresos y actos de mayor envergadura, lo que en consecuencia conllevará a la internacionalización del mismo dotándole de un reconocimiento superior al actual. Esta proyección es precisamente la que quieren aprovechar las instituciones para dar a conocer las obras artísticas que alberga el Palacio de la Música, y que son en su mayoría desconocidas por el público. En este sentido, la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, comentó la posibilidad de crear un tríptico que informe de las esculturas que se encuentran en el palacio. "Con la creación del folleto se espera que la gente se interese más por el Euskalduna". En todo caso, ya en la actualidad, todos los sábados a las 12.00 horas se ofrece una visita gratuita y abierta a todo el público.