Bilbao. El juego es una de las actividades más provechosas. Se pasa un buen rato y se pueden aprender muchas cosas. Compartir, respetar, disfrutar... Algunos de esos valores y conceptos se interiorizan mucho mejor si se inculcan a través de balones, aros, tizas o cualquier juguete que haga pasar un buen rato a niños y por qué no, también a los mayores.
Ayer, los juguetes invadieron la Plaza Nueva de Bilbao en conmemoración del Día Internacional del Juego. De la mano de Trukeme, padres e hijos pudieron disfrutar de una buena tarde de juegos en la que los balones, tizas, raquetas y aros entre otros se convirtieron en los principales protagonistas. Ni siquiera la lluvia que, por desgracia para padres e hijos se animó a salir a jugar en varias ocasiones, aguó esta fiesta que tenía como objetivo principal "ocupar la calle y demostrar que jugar no es solo cosa de niños. Todo el mundo puede y debe jugar", explica Marta Ortega, miembro de Trukeme, entidad organizadora de la actividad Kalean Olgetan.
La actividad de ayer se celebró en el marco de una iniciativa impulsada por el centro de recursos en juegos cooperativos bilbaino. "Desde el 7 de mayo y hasta el próximo domingo estamos desarrollando esta campaña en la que hemos querido abrir el juego a colectivos que no suelen jugar", destaca Ortega. Quienes sí suelen jugar y mucho en su tiempo libre son los niños y, alguno de ellos, aprovecharon la tarde de ayer para jugar junto a sus aitas. Ejemplo de ello es Kevin un niño de ocho años que, con unas tizas en la mano, dibuja en el suelo la sombra de su madre. "Me lo estoy pasando muy bien, antes, también he estado dibujando la sombra de mi hermano", señala este joven ante la atenta mirada de Jon David, su hermano menor, quien con cinco años, se maneja con las tizas con una destreza considerable. Kevin reconoce que "me lo paso bien jugando en la calle y en casa, pero cuando salgo fuera a jugar, con lo que mejor me lo paso es con los juegos en los que hay que correr". Su madre, María Alejandra, esta quieta, para que Kevin dibuje su sombra perfectamente. "Me parece genial que se organicen este tipo de actividades. Nos anima más a salir a la calle y también hacen que juguemos padres e hijos".
También había pequeños que interactuaban con amigos. June y Nile pelotean como si fuesen Venus Williams y Sharapova raqueta en mano. Sonríen, mientras pasan un muy buen rato. "Ahora es cuando mejor nos lo estamos pasando", explican estas niñas para las que el escenario de sus actividades no es novedoso, "jugamos aquí todos los viernes", afirman. June es de las dos, la que más pisa la calle con el objetivo de disfrutar. "Yo soy muy de jugar en la calle, me encanta estar con mis amigos y, también jugar con mis aitas", desvela.
Y es que los padres tienen un papel muy importante en estos juegos. Javi Buces disfruta como un niño pintando en el suelo junto a su hijo Niko. "Es mucho más divertido y aprenden mucho más si juegan en la calle", señala este hombre mientras colorea una de las letras del dibujo que muestra que se celebra el Día Internacional del Juego. Una fecha que convirtió la Plaza Nueva de la capital vizcaina en un auténtico patio de juegos y que se encargó de recordar a los bilbainos de todas las edades que "hay que salir más a la calle a jugar".