Bilbao. El próximo viernes a la diez de la noche se dará carpetazo a 40 años de dislate urbanístico en la avenida Sabino Arana y alrededores. Es la hora a la que se cerrarán definitivamente el tráfico de salida de la ciudad por este acceso a la A-8, un corte que tendrá a las once de la noche su continuidad en la autopista, para evitar la bajada a Bilbao tanto desde Donostia como desde Cantabria.
A continuación, se realizarán los últimos ajustes y comprobaciones en la señalización viaria y programación semafórica de las intersecciones de Torres Quevedo, alameda Urquijo con Luis Briñas y esta calle con la avenida Zunzunegi.
Estos trabajos darán paso a la apertura parcial de la nueva salida de la ciudad por San Mamés, tras lo cual, se continuará con los ajustes en las intersecciones de Gurtubay con Capuchinos y Pérez Galdós, así como en el nudo de Zunzunegi, Sabino Arana y avenida del Ferrocarril.
Varias horas de trabajo de madrugada que tendrán otro frente en la autopista con el pintado de señalización horizontal, la colocación de conos y vallas y otras labores que permitirán a los operarios forales tener todo listo para abrir los accesos de entrada a primera hora del sábado. Durante esas horas nocturnas, los que quieran entrar o salir de la capital vizcaina por el sur de la urbe tendrá que utilizar el acceso de Juan de Garay o el de Miraflores.
Itziar Garamendi, diputada de Obras Públicas y Transportes, y Asier Abaunza, concejal de Circulación y Transportes, despejaron ayer las dudas sobre cómo será el cambio de testigo entre los viejos y nuevos accesos. Unos cambios que tendrán un prólogo importante a primera hora del viernes, cuando se reabra de nuevo la entrada por Juan de Garay para los vehículos que lleguen desde Cantabria.
El mayor cambio de la historia
Durante el pasado fin de semana y ayer mismo, las brigadas de las áreas de Circulación y Transportes y Obras y Servicios han trabajado a tope aprovechando la ausencia de lluvia. Los cambios de sentidos en la circulación y la pintura de la señalización horizontal necesita asfalto seco por lo que se han adelantado muchos trabajos ante el anuncio de lluvia a partir de mañana. Por ejemplo, ya se ha acometido el repintado que implica el aumento de dos a tres en el número de carriles de entrada y la reducción de tres a dos en los de salida en el tramo de Sabino Arana ubicado entre las plazas Víctor Chavarri y Sagrado Corazón.
Una labor de adaptación que va a suponer al final para las arcas municipales un coste de 1,15 millones de euros. Una remodelación viaria que va a ser la mayor que va a acometer la ciudad en toda su historia y para la que ambos políticos recomiendan "precaución y paciencia a quienes deban trasladarse estos días en vehículo privado por esa zona de la ciudad". Si el sábado estarán atentos a cómo se desarrolla el nuevo escenario, será el lunes cuando se eche toda la carne en el asador con el primer día laborable con nuevos accesos.
La diputada aseguró que con la apertura "hemos cumplido nuestro compromiso que va a beneficiar la calidad de vida de las personas en la ciudad y que va a causar un menor impacto para los vecinos, algo que no se tuvo en cuenta hace 40 años". La responsable foral también agradeció a los usuarios de la A-8 "la paciencia que han tenido" durante los casi cuatro años y medio de obras que han convivido con el tráfico.