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Basurto desde la memoria

Una exposición repasa la evolución del barrio entre finales del siglo XIX y 1980

Basurto desde la memoriaFoto: j. lazkano

Una exposición fotográfica recorre la evolución del barrio de Basurto desde finales del siglo XIX hasta la década de los ochenta del siglo pasado, a través de sus rincones más representativos. La muestra Basurto, un enclave histórico de Bilbao, organizada por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Bilbao, fue inaugurada ayer en el nuevo Centro Municipal de Basurto y permanecerá hasta el 3 de junio.

La exposición fotográfica -enmarcada dentro del programa de difusión patrimonial Bilbao Izan- está compuesta por alrededor de 150 fotografías, procedentes de instituciones públicas y privadas, que han sido clasificadas y documentadas por Joseba Eguiraun y Javier del Vigo, estudiosos de la historia de Bilbao, que han contado con la colaboración de la Asociación de vecinos de Basurto.

La historia de este barrio se empieza a forjar a finales del siglo XIX cuando, debido a su alejamiento del centro de Bilbao, se le consideró como emplazamiento idóneo para las infraestructuras municipales. A lo largo del siglo XX, el barrio bilbaino del distrito 8 se consolidó como zona de equipamientos de Bilbao -algunos permanecen como emblemas patrimoniales hoy en día-, completando con el cuadro de carreteras, los ferrocarriles y algunas industrias emblemáticas, un barrio "encrucijada".

El recorrido de la exposición empieza describiendo la historia de los señores de Basurto. "Era el lugar donde más terratenientes había por kilómetro cuadrado", indica Javier del Vigo, en el documental que se proyecta en la propia exposición. En este sentido aparece Pedro Manuel Antonio Novia de Salcedo y Castaños (1790-1865), vecino de Basurto y alcalde de Bilbao, perteneciente a una de las familias más ilustres de la villa.

Más adelante se puede observar documentación sobre el Ferial de Basurto; la emblemática Plaza Aita Patxi, en memoria del capellán del batallón vasco Rebelión de la Sal; el Colegio Público Basurto, inaugurado en 1960 y que surgió del proyecto del colegio Calvo Sotelo y el Convento de Capuchinos, los cuales estuvieron muy ligados a Bilbao. Asimismo, el asilo para necesitados de La Misericordia en la vega de San Mamés, obra de Antonio Goycoecheak y que fue inaugurado en 1872 por Amadeo I de Saboya, demuestra la importancia de los servicios que presentaba Basurto.

Por otra parte, la Plaza del Sagrado Corazón, antigua Plaza de Bélgica, se inauguró en 1927 y hoy en día sirve como frontera administrativa entre barrios. Mención especial merece el hospital de Basurto, cuya inauguración en 1908 supuso el despegue definitivo del barrio, que desde entonces no ha parado de crecer.

Otro de los lugares clave son los antiguos cuarteles y el campo de Garellano, lugar que acogió numerosas competiciones deportivas y cuyos antiguos muros de ladrillo dejarán paso próximamente a la modernidad con el proyecto de regeneración urbanístico. El campo de fútbol de San Mamés, La Catedral, templo futbolístico por excelencia, surgió de la mano de la industrialización, fruto de la relación con los industriales ingleses de los que surgió el Athletic Club. San Mamés ha ido cambiando junto con el barrio debido a las remodelaciones en 1953 y en 1982.

La popular cervecera La Feria de Muestras, la Iglesia de la Inmaculada, la Estación de Basurto, la Escuela de Ingenieros, el Depósito de materias peligrosas y la Cervecera también son nombres propios en Basurto. Ésta última, inaugurada en 1923, fue un lugar muy popular, donde se celebraron grandes partidos de pelota a mano, y actualmente copa los recuerdos de la mayoría de vecinos. En 1970 se cerró al público pero la fábrica siguió funcionando hasta 1981. "El barrio ha sufrido una evolución espectacular", resume Edurne Zuluaga, vecina de Basurto que lleva 55 años viviendo en una casa situada junto al antiguo edificio de Desinfecciones, actualmente Centro Municipal de Basurto. "Me encanta la exposición. Es una forma muy bonita de recordar nuestros tiempos", señala Zuluaga.

Por otro lado, las fotografías sirven para refrescar la memoria después de tanto cambio. "Mis abuelos tenían el caserío al lado de los Capuchinos, pero Basurto ha cambiado tanto que ya no te acuerdas", afirma Itziar, vecina del barrio, al mismo tiempo que le vienen a la cabeza tanto buenos como malos recuerdos. "Ese cura era muy malo conmigo", espeta, mientras intenta encontrarse en una foto de comuniones. "Por ahí tengo que estar yo, seguro", añade.

Por último, Javier del Vigo, uno de los artífices de la muestra, lamentó haberse dejado "muchísima información por el camino" y destacó que han intentado mostrar en todo momento "la vida de los vecinos de Basurto".