El calor sofocante que arrasó la villa ayer hizo sudar no solo a las deportistas, sino también a todos aquellos que se animaron a contemplar la exhibición de herri kirolak que tuvo lugar en la plaza del Teatro Arriaga. Harrijasotzea, aizkolari o giza-abere son algunas de las arduas pruebas donde las deportistas tuvieron que dar lo mejor de sí mismas para dejar constancia de la fuerza y la identidad femenina dentro de los deportes vascos.

Para las atletas, estas demostraciones no se tratan de ganar o perder, sino de dar lo mejor de sí mismas y mostrar que ellas también pueden destacar con creces en esta categoría.

“Durante la prueba me estaba mareando muchísimo, pero he querido dar lo mejor de mí y he dicho: Julia, si pierdes la vista, para”. Este fue el primer pensamiento que recorrió la cabeza de Julia Martínez Arroyo, actual campeona de España en halterofilia dentro de la categoría máster.

Natural de Segovia, los deportes tradicionales vascos llegaron a su vida, y es que su entrenador de powerlifting fue el primer castellano que levantó piedra en Euskadi. “A raíz de verle entrenar, me animó, y me animé”, explicó Julia sonriente. No obstante, la trayectoria profesional de Julia antes de iniciarse en los herri kirolak es extensa.

Fue campeona estatal en powerlifting, ha conseguido alguna que otra txapela en el levantamiento de piedra, pero afirma que las nuevas generaciones de deportistas en la modalidad se tratan de “mujeres muy jóvenes y grandes”, por lo que “con seguirles un poco el ritmo” le sirve.

Un ejemplo de esta nueva ola de mujeres dentro de los herri kirolak es Lierni Osa. Esta joven de 28 años lleva entrenando desde los 26. En su caso, su motivación para iniciarse en dicha modalidad fue, principalmente, su procedencia. “El origen del deportista condiciona mucho el realizar este tipo de deportes”, afirma Osa. Para ella, la clave fue acercarse a través de un amigo a conocer el club de harrijasotzea de Zarautz, donde tuvo la oportunidad de probar y darse cuenta de cuánto le apasionaba este deporte. Mas, si uno se para a reflexionar, tanto Julia como Lierni encontraron su nexo con los herri kirolak en influencias masculinas, detalle que no es casualidad.

Bajo porcentaje

Desde la Federación de Herri Kirolak de Bizkaia se persiguen varios objetivos, pero quizá el más importante actualmente sea ampliar el porcentaje de atletas femeninas dentro de los deportes vascos. Según el presidente de dicha federación, Juan Miguel Ranero Álvarez, en el territorio tan solo existen 30 mujeres federadas en la organización frente a las 500 fichas que pertenecen a deportistas masculinos.

“A las mujeres les cuesta motivarse para entrar a este tipo de deportes, porque tradicionalmente los herri kirolak se han considerado disciplinas para bestias, brutos”, explica el presidente. Dentro de la organización, reflexionan constantemente sobre cómo romper estos estigmas, y, paradójicamente, una de las soluciones que ha propuesto la federación se trata de sumar el carácter novedoso del crossfit frente a el espíritu tradicional de los deportes vascos.

La organización creó recientemente una escuela en Gernika que combina ambas modalidades ya que, muchas deportistas que practican los deportes vascos provienen de otros deportes de fuerza como la mencionada disciplina tan de moda en los últimos años. “Está teniendo bastante popularidad tanto entre hombres como en mujeres”, afirmó Ranero. Dentro de la organización creen en la igualdad, ya que, si hombres y mujeres practican deportes “con el mismo afán” es porque “somos iguales”, y por ello desde la federación “siempre se peleará” por la equidad en el ámbito deportivo.