Cuando el calendario marca septiembre y los días empiezan a acortarse, muchos asumen que la temporada de vacaciones ha llegado a su fin. Sin embargo, para un creciente grupo de viajeros, la verdadera aventura apenas comienza. En los últimos años, una tendencia ha ganado fuerza entre quienes buscan sacar el máximo provecho a sus vacaciones: viajar en septiembre. Atrás quedaron los días en los que el verano era sinónimo exclusivo de julio y agosto. Ahora, septiembre se presenta como la joya escondida para los veraneantes.

El consejo de las agencias de viajes es claro: quien veranea el último, veranea mejor. El principal motivo por el que cada vez más personas optan por disfrutar de sus vacaciones en septiembre o fuera de temporada es el bajo coste, y la posibilidad de ahorrar.

A veces, si es un solo aéreo puedes encontrarlo un 50% más barato si lo coges con tiempo. En paquetes vacacionales igual no tienes el mismo descuento, pero igual hay otros importantes de un 10 o 15%. Además, en plazas de última hora que se han quedado descolgadas puedes encontrar hasta un 2x1”, explica a DEIA Beatriz Muñoz de Viajes Arzabe. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los destinos son más baratos en septiembre. “Hay sitios en los que en septiembre puede empezar la temporada alta y pasan a ser más caros que en julio o agosto. Por ejemplo, Sudamérica. Julio y agosto es pleno invierno y en septiembre al haber terminado el invierno sube el precio bastante”, advierte Joseba Urkiola, trabajador de Viajes Bilbao Express.

Sin embargo, no todo se reduce al factor económico. Otro de los motivos que impulsa a muchas personas a elegir septiembre para sus vacaciones es la tranquilidad. Durante este mes, la mayoría de los turistas ya ha regresado a casa, lo que se traduce en menos aglomeraciones en playas, museos, restaurantes y otros puntos de interés.

“En septiembre no hay masificación. Los destinos internacionales, ya sea Roma o Madeira en los meses de julio y agosto están muy masificados y tienes que hacer colas para todo, para comer, para ir a visitar. Se convierte en un caos”, subraya Muñoz. A pesar de que esta nueva tendencia pueda parecer una moda, siempre ha habido muchas personas que han optado por esta opción. Jon Lanz, de Viajes Ikea, explica que “las reservas de viajes para septiembre suelen ser bastante similares a las de otros años. Es algo que se lleva haciendo ya muchos años”. En cambio, todos los asesores de viajes aseguran que esta “moda se encuentra al alza”. “El número de turistas que prefieren viajar tras terminar el verano está aumentando, la progresión es constante, cada día se venden menos viajes en verano y se venden más viajes fuera de lo que es el periodo estival, sin duda”, traslada Joseba Urkiola. Respecto al porcentaje de viajeros que apuestan por estas oportunidades, desde Viajes Arzabe aseguran que “el número es bastante significativo y que ya podría rondar el 30 o 40% del total de los clientes”.

Viajero tipo

El perfil del viajero que elige septiembre para sus vacaciones es diverso y flexible. Aunque gran parte de ellos son prejubilados o personas mayores que disfrutan de mayor disponibilidad y menos restricciones laborales, este grupo también incluye a profesionales con trabajos flexibles, parejas jóvenes sin hijos, e incluso familias que buscan evitar las multitudes y aprovechar precios más accesibles. “El primer segmento sería la gente que está jubilada. Evidentemente, tienen todo el tiempo del mundo y eligen las mejores fechas”, explica el asesor de Viajes Express Bilbao.

Añade que “otras de las personas que deciden estas fechas son para hacer los viajes de novios, muchos van en octubre o noviembre, pero la gran mayoría en septiembre”.

Por otra parte, según Beatriz Muñoz “la gente que no tiene hijos y los jóvenes que empiezan más tarde la universidad o que están estudiando máster son otro de los perfiles”. Los destinos, similares a los de la temporada alta, pero más baratos y menos masificados. “Todavía que se puede aprovechar la playa la gente suele ir mucho a Canarias o a países Europeos”, remarca Lanz.

La conclusión es clara, la mejor opción si se quiere ahorrar y visitar las ciudades con masificación, pero con buen tiempo, es en el mes de septiembre. Sin embargo, no todo el mundo puede aprovechar esta oportunidad. “Yo siempre recomiendo, si puedes, fuera de temporada. Vas a encontrar los vuelos mucho más económicos y muchísima menos masificación. Fuera de temporada se viaja mucho mejor, eso seguro”, destaca Beatriz Múñoz.

Por suerte, existe una forma, muy aconsejada por Joseba Urkiola, para lograr viajes muy baratos: la previsión. “La antelación, la anticipación a la hora de comprar los viajes, especialmente los vuelos, para mi marca mucho más el precio que lo que es en la estacionalidad”, apunta el asesor de viajes. Además, agrega que “desde luego yo creo que hay destinos que son mucho más agradables de visitar fuera de los meses de julio y agosto, sobre todo porque lo estamos viendo últimamente con la masificación que hay en ciertos sitios”.