El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró ayer lunes que no se plantea dimitir tras los dos asesinatos de guardias civiles en Barbate (Cádiz), un suceso que desligó de la falta de medios y efectivos policiales que denuncian asociaciones del Instituto Armado y sindicatos de la Policía Nacional. “No me planteo dimitir, son unos hechos gravísimos, dramáticos, que no van a quedar impunes; pero reiterar el esfuerzo importante en inversiones, en medios materiales y personales, realizados durante estos cinco años”, aseguró.

Grande-Marlaska volvió a corroborar que “estos asesinatos en modo alguno van a quedar impunes”, aludiendo a los ocho detenidos, en declaraciones a la prensa antes de entregar las medallas a la Protección Civil, en un acto que dio comienzo con un minuto de silencio y un largo aplauso en honor a los agentes fallecidos tras ser embestidos por una narcolancha el viernes en el puerto de Barbate.

“Seguirá siendo una prioridad invertir todo lo necesario para la mayor eficacia en la lucha contra la criminalidad del narco”, continuó Marlaska, quien recordó que el viernes en que murieron los dos agentes, horas antes, presentó en Cádiz la cuarta edición del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, que se extiende por seis provincias andaluzas. El ministro evitó comentar la negativa de la viuda de uno de los guardias civiles a que este le impusiera una condecoración en el féretro durante el funeral celebrado en Iruñea. – E. P.