"Todavía no soy consciente de lo que he conseguido. Cuando lo vea en mi currículo no me lo voy a creer”. El hernaniarra Garikoitz Mujika todavía no ha asimilado la medalla de oro que consiguió el pasado sábado en las EuroSkills de Polonia, las olimpiadas europeas para la Formación Profesional (FP). Este joven de 23 años se alzó con el primer premio en la categoría de Diseño Mecánico superando a participantes de catorce países, muchos de ellos con un nivel académico y formativo “muy superior” al de Euskadi.

Tras ganar en 2022 la medalla de oro a nivel Estatal y “coger experiencia” en el campeonato mundial celebrado el pasado otoño, Mujika regresa del torneo europeo con el primer puesto. “Ha sido bastante impactante. Me había preparado para ello y tenía ganas de hacer un buen trabajo, pero no me imaginaba que iba a ganar”, cuenta este exalumno de La Salle Berrozpe. Como estudiante del centro andoaindarra tuvo la oportunidad de participar y vencer el pasado año en las conocidas como las olimpiadas españolas de la FP, las SpainKills, en el que se da cita el mejor alumnado que cursa estos estudios laborales, desde diseñadores mecánicos hasta aprendices de peluquería o recepcionistas de hotel.

Gracias a este primer premio, Mujika pudo competir en los WorldSkills celebrados por todo el mundo y ahora ha hecho lo propio en los EuroSkills de Gdansk (Polonia). Allí, ha tenido que enfrentarse a catorce competidores de toda Europa, incluidos los representantes de los países “más potentes” como Austria, Alemania y Suecia. Ninguno ha podido superarle. “Ha estado muy reñido, como se ha visto en las puntuaciones. Llevo preparándome desde el otoño pasado estudiando las pruebas y ha merecido la pena”, revela.

Mujika, al igual que el resto de contrincantes, ha tenido que superar tres test basados en proyectos asimilados a lo largo de su formación. “Son pruebas que se pueden dar en la vida laboral real, pero nunca sabes qué pueden ser. Hemos tenido que mecanizar desde piezas muy pequeñas que se utilizan en la medicina hasta máquinas grandes”, explica sobre unas pruebas para las que se preparó junto a sus antiguos profesores.

También lo ha hizo asesorado por algunos de los mejores de esta disciplina a nivel mundial, con los que entabló contacto en la última edición de los WorldSkills. Este debía haberse celebrado en San Petersburgo, pero la guerra de Ucrania trastocó todos los planes y, finalmente, se llevó a cabo repartido entre quince países. “Fuimos con la idea de ver cómo funcionaba y de establecer contactos con los que prepararnos mejor. A nivel mundial va gente muy top, sobre todo asiáticos, de China, Corea del Sur y Japón, pero también los brasileños y colombianos, que son muy potentes”, comenta.

Un gran premio para el currículo

Con la experiencia obtenida en el mundial, Mujika comenzó a prepararse para la competición europea sin imaginarse lo que estaba por llegar. “Cuando me dijeron que había ganado no me lo creía”, apunta sobre un galardón que, a buen seguro, le abrirá las puertas a un nuevo mercado laboral. “Si después de ganar el de España ya estaba supercontento porque lo podía incluir en mi currículo, ahora imagínate con este”, señala entre risas.

En la actualidad, tras terminar sus estudios en La Salle Berrozpe –cuenta con los títulos de Diseño en fabricación mecánica y Programación de la producción–, trabaja en Trygonal Iberia, una “pequeña empresa” situada en Andoain. No obstante, y aunque afirma estar contento allí, es consciente de que puede que otras entidades acudan a él. “Cuando gané el de España ya me ofrecieron algún trabajo, así que, aunque por el momento no me hayan dicho nada, puede que ahora vengan más”, prevé.

Mientras estas ofertas laborales llegan, el joven duda entre seguir su formación con un Máster que le lleve a la docencia o seguir por la senda laboral. Tampoco descarta convertirse en un formador de otros estudiantes de FP que desean seguir su camino en las Skills. “Es habitual que exparticipantes pasen a enseñar a los que vienen por detrás con el objetivo de hacer cantera”, revela sobre unas pruebas que van dirigidas a alumnos de 23 años o menos.

Lo que sí parece tener claro es su deseo de continuar en Euskadi. “Estoy contento aquí, aunque nunca se sabe. Tampoco me cierro a irme fuera, pero aquí hay mucho trabajo en mi sector”, indica, al tiempo que apunta que es clave que “el talento joven se quiera quedar en casa”. “Parece que en España no hay dinero para educación, pero sí para el deporte”, añade, y pone como ejemplo los propios campeonatos en los que ha participado, donde los ganadores españoles son una excepción.

Haber alcanzado esta cima bien merece una celebración que ya piensa en compartir con su familia y amigos y, especialmente, con sus profesores en los próximos días. “Han sido un gran apoyo para mí”, reconoce. Sin embargo, esta celebración tendrá que esperar porque esta misma semana ha tenido que reincorporarse al trabajo. Ser oro olímpico europeo de FP, por el momento, no libra a nadie de sus obligaciones.