Prácticamente la mitad de los vascos, el 47,8% se ha cuestionado su capacidad para criar a sus hijos según el último estudio liderado por la firma Chicco que ofrece una visión general sobre la diversidad familiar en el Estado español, en el que se interesa por la realidad de las familias que residen en Euskadi. Y es que siete de cada diez encuestados reconocieron haber sentido algún temor una vez se convirtieron en padres y madres, una inquietud también atribuida a la responsabilidad financiera que conlleva tener un bebé.

Son las principales conclusiones del barómetro que ha elaborado la marca en el que realiza una radiografía exhaustiva de la realidad de las diferentes familias vascas: desde sus motivaciones para tener un hijo o hija, sus preocupaciones, así como sus renuncias o temores y el apoyo recibido de su entorno o instituciones.

Hoy en día, la sociedad ejerce una presión sobre todos ellos y la manera en la que ejercen su maternidad o paternidad. Y eso que la conclusión es clara, no existe un modelo definitivo de maternidad o paternidad, cada uno debe tener la posibilidad de ejercerla de manera libre y sin presiones.

El estudio se ha interesado por todas esas variables que entran en juego en la crianza del bebé, así como la manera en que afectan a los padres y madres, para ofrecer datos que permitan entenderlos mejor y contribuir a combatir esa presión social.

Así, se preguntó sobre la principal motivación de los vascos para tener hijos. Mientras el 45% sitúa “el deseo de formar una familia” como principal motivo, el “haber querido siempre tenerlos” se coloca en segunda posición (39%), seguido de aquellos que confiesan haberlos tenido de manera inesperada (9%). Por último, el 4% lo atribuye a un deseo de su pareja y el 2% a una presión social.

La renuncia al tiempo personal y hobbies es la tercera opción más repetida (23%), así como el hecho de que la paternidad o maternidad pueda afectar al desarrollo profesional (14%) y también la posibilidad de que genere conflictos en la relación de pareja (12%).

La creencia popular de que los padres se dedican menos tiempo a si mismos no es ninguna leyenda urbana ya que este barómetro también arroja información relevante sobre cómo ha afectado la maternidad y paternidad a la vida personal de las parejas; el 63% dice haber dejado de dedicarse tiempo a sí mismo; el 42% ha descubierto nuevas facetas que no conocía; para el 30% ha supuesto dedicar menos tiempo a la pareja; y, únicamente un 15% sostiene que su vida no ha cambiado sustancialmente.

Principales renuncias

Y, ¿cuáles son las principales renuncias de las madres y padres vascos? Pasar más tiempo con la pareja aparece como la primera, señalada por el 40%; seguida de los viajes (39%); las salidas nocturnas (36%); el cuidado personal (35%); la práctica de deporte (27%); pasar más tiempo con la familia o amigos (26%); y el desarrollo profesional (23%). Por el contrario, únicamente el 15% afirma que no ha renunciado a nada y que su vida sigue igual.

Preguntados sobre los motivos que provocan estas renuncias, la mayoría lo achaca al consumo de tiempo que ocupan los hijos, aunque la falta de conciliación laboral también es señalado en gran medida, así como los escasos recursos económicos o la falta de apoyo institucional.

Preocupación

73%

Al 73% de encuestados se les presentó algún tipo de temor una vez fueron padres.

Dinero

temor carga financiera

Para el 36%, la responsabilidad financiera que conlleva tener un hijo fue uno de los temores.