LOS mismos derechos para todas las personas, independientemente del punto geográfico donde hayan nacido, rutas seguras y la abolición de la Ley de Extranjería. Son tres de los aspectos reivindicados ayer por miembros de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, en el Día Internacional de las Personas Migradas.

Los manifestantes no dudaron en instalarse, por unos minutos, frente a la oficina de Extranjería de la capital vizcaina, ubicada en Gran Vía 50, para reclamar los mismos derechos para todas las personas. Para ello denunciaron todas las situaciones de vulnerabilidad que las personas sufren cada vez que cruzan el océano o la falta de derechos practicada en el Estado, a pesar de estar reconocidos por los gobiernos. "Tenemos que conseguir, entre todas y entre todos, hacer ciudades inclusivas y acogedoras, y no ciudades donde las personas que vienen no sean protegidas y no se les dé nada a lo que tengan derecho", indicó Luisa Menéndez, una de las portavoces de la plataforma de Ongi Etorri Errefuxiatuak.

Durante la performance en la que denunciaron la Ley de Extranjería, se pudieron ver carteles en los que se leía Cuido de vuestros mayores y no tengo contrato ni padrón. Sin contrato ni papeles no puedo denunciar acosos. Ley de Extranjería: 3 años sin derecho a contrato. Sin papeles, siempre con miedo a la expulsión. Huimos del horror y nos negáis el refugio. No me dejáis traer a mis hijos. Diez años de mantero y sigo sin papeles. Sin contrato y sin papeles no tengo derechos. ¿Por qué vivo en la calle habiendo casas vacías? Quiero el derecho a la reunificación familiar. No tener papeles dificulta la denuncia por acoso sexual. Sin papeles estoy desprotegido frente a los abusos. Esta es la realidad que cientos de personas viven a diario en esta sociedad. Existen derechos básicos, pero a pesar de ello y en pleno siglo XXI, no todas las personas disfrutan de ellos.

"Todas estas frases nos tocan muy de cerca y están derivadas de la Ley de Extranjería", explicó Menéndez, antes de apuntar que "es algo que supone mucho sufrimiento y muchas muertes para tantas personas". La portavoz de Ongi Etorri Errefuxiatuak señaló que una vez que las personas migrantes pisan tierra, "nuestras leyes no ayudan a su integración ni a que tengan una vida digna". Además de eso, durante el largo camino que deben realizar hasta llegar a su destino, "montones de personas" pierden la vida. "Esto tiene que ver con las políticas existentes en las fronteras o con las políticas de seguridad", aseguró Menéndez.

Según la portavoz de Ongi Etorri Errefuxiatuak, se protegen las mercancías, pero no a las personas. "Cualquiera que sea de aquí puede ir a diferentes lugares del mundo sin ningún tipo de problema, pero hay un montón de personas que salen de sus países y la mayoría de ellas quedan retenidas en las fronteras, siendo solo unos pocos los que llegan aquí. Realmente es un camino de dolor, de sufrimiento y de falta de derechos", denunció Menéndez, quien incidió en la necesidad de que las personas "tenemos que aprender a vivir en una sociedad absolutamente inclusiva, acogedora y en la cual la diversidad sea lo que marque la convivencia".

Por todo ello, los participantes en la performance guardaron un minuto de silencio por las 35.000 personas muertas en el Mediterráneo y por los 665 fallecidos cuando trataba de llegar a España. "Si no tienes papeles en esta sociedad, en la que todo se escenifica con un papel, carné o padrón, no eres nadie. En Bilbao, los migrantes evitan muchas veces lugares en los que simplemente, por tener un color distinto de piel, saben que les pueden detener. Todas las personas tienen derecho a viajar, a emigrar, como nosotros lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia. A veces vamos de un lado para otro buscando un lugar en el que vivir. Unas veces porque queremos, pero otras porque no podemos vivir donde hemos nacido", reflexionó Menéndez.

llamada a las instituciones Ongi Etorri Errefuxiatuak opina que las instituciones deben aportar recursos. "El problema se soluciona con recursos, con un acogimiento real, con oportunidades de trabajo, con una Ley de Extranjería y aboliendo la ley que les hace estar tres años en el anonimato hasta poder tener derecho a una vida digna", indicaron desde la plataforma.

Durante la manifestación también denunciaron que "también es grave la visión que se ofrece sobre las migraciones en la que se criminaliza a la población migrante que convive en nuestros barrios". A la ONG le preocupa la situación de estas personas -especialmente la de mujeres con menores a su cargo, familias y menores no acompañados-, que, según la plataforma, se encuentran "atrapados" por una Ley de Extranjería discriminatoria, lo que "les dificulta el acceso a sus derechos fundamentales, tales como el derecho a un empleo o a unas vidas dignas". Es por ello que exigen a las administraciones públicas que garanticen vías de acceso seguro a la Unión Europea para las personas migrantes, "un respeto escrupuloso" de los derechos humanos en las fronteras y en el interior de los países, desarrollando, así, políticas de integración, acogida dignas y convivencia "que son la mejor vacuna en contra del racismo y su propagación".