bilbao - Compramos ibuprofenos y aspirinas como si fueran pipas. Adquirimos sin receta todo tipo de jarabes, pastillas para la tos, antigripales y anticatarrales y hasta laxantes y píldoras para dormir. Pero son los suplementos vitamínicos los que han pulverizado todos los récords de ventas. Nuestro botiquín está cambiando de aspecto a pasos agigantados con fármacos hasta ahora prácticamente anecdóticos. Porque ¿cuántos medicamentos toma usted sin consultar con su médico? Es posible que, como le pasa al 72% de la población, ante un dolor de cabeza o de espalda, cuando aparece algo de fiebre o si sufre molestias estomacales, acuda a la farmacia antes que a su médico de cabecera. Esta actitud puede no ser peligrosa si es ocasional pero convertirlo en un hábito resulta muy problemático, según advierten los expertos.
Las pastillas de venta libre están haciendo su agosto. Tal y como constata el Observatorio del Medicamento, mientras se produce un parón en la venta de genéricos, los productos de Consumer Health, aquellos de “autoconsumo para la salud y el bienestar de las personas como son los productos naturales y complementos alimenticios”, van ganando cuota de mercado en las farmacias, fundamentalmente a partir de las ventas de medicamentos OTC, -por sus siglas en inglés- y que se refiere a aquellos productos que no necesitan receta.
Los ciudadanos del Estado español están muy por encima de sus vecinos europeos en comprar medicamentos sin receta. Es la llamada automedicación, la toma de fármacos sin consultar a los profesionales sanitarios, a la que recurren hasta una de cada tres personas en España según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Los españoles gastan una media de 31,20 euros en fármacos sin receta: la mayoría (11,46 euros) en medicamentos para el constipado y la tos. A continuación, se situarían los medicamentos digestivos, seguidos de los analgésicos, las vitaminas y minerales y los productos para tratar la piel.
De hecho, según el citado Observatorio, el Estado español ocupa la quinta posición mundial por detrás de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido e Italia. Sin embargo, en España se consumirían menos analgésicos que en Francia y, en cambio, se ubicaría por encima de Brasil en tratamientos para la piel, y de Japón en vitaminas.
La automedicación se triplica en invierno por efecto de la compra de anticarratarrales que la población adquiere casi de forma indiscriminada. Usada para tratar síntomas menores es un hábito que no está exento de riesgos. Peligros en los que pone el acento Ángel Garay, presidente del Colegio Vasco de Farmacéuticos. “Hay que ser prudente con los medicamentos, no abusar de ellos porque no son agua ni caramelos. No porque no precisen receta son productos baladí”, afirma.
Y es que según el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 6,7% de los ciudadanos del Estado español consume diariamente algún tipo de medicamento sin prescripción médica. Un 1,9% lo hace varias veces a la semana, mientras que un 9,4 lo hace varias veces al mes y un 16% varias veces al año.
A juicio de Garay, “estamos banalizando el medicamento como si fuera un producto de consumo más y no lo es. Hay que usarlo cuándo y cómo se necesite y en sus justos términos. Pero en una sociedad que no tiene ninguna resistencia al dolor, hay que hacer una labor constante de educación en salud. Ahora se llega a decir voy a dar un discurso y como me pongo muy nervioso voy a tomar algún medicamento” .
Y es que los expertos subrayan que aunque un artículo de farmacia sea de venta libre, y no sea necesaria la receta para su dispensación, no quiere decir que no sea inocuo para el cuerpo y no pueda resultar perjudicial en determinadas situaciones.
Antibióticos sobrantes
Uno de los grandes problemas detectados es la automedicación con antibióticos ante la sospecha de una infección, que puede desembocar en una epidemia de superbacterias, según ha alertado ya la Organización Mundial de la Salud. Después de consultar al doctor Google, no son pocos los ciudadanos que se inclinan por tomar algún antibiótico que les ha quedado sobrante en el botiquín. Pero aunque estos fármacos están concebidos para combatir enfermedades, su uso indiscriminado está provocando que las bacterias no obedezcan las órdenes del fármaco. De hecho, se ha convertido en una práctica que causa más de 25.000 muertes al año en toda Europa, una de cada diez de ellas en España. Porque los españoles consumen un 16% más de antibióticos que la media europea.
Según la Agencia Europea del Medicamento, la mitad de los tratamientos con este propósito son inadecuados. Automedicarse sin consultar al médico, provoca que las bacterias se hagan resistentes y se multipliquen sin control. Es necesario por tanto hacer un uso razonable y más investigación para combatir un dato alarmante, el de que las muertes por abuso de antibióticos ya superan a las que provocan los accidentes de tráfico. Por ello, “los antibióticos no se deben tomar nunca por propia iniciativa sin la supervisión de un médico”, subrayan fuentes sanitarias.
A vueltas con el omeprazol
Con este batiburrillo de pastillas, los consumidores también tienden a automedicarse cuando se enfrentan a síntomas inespecíficos como la acidez de estómago. Por eso, el omeprazol -un medicamento indicado para resolver esos problemas- se ha convertido en el fármaco estrella de las oficinas de farmacia en apenas quince años. En un botiquín donde lo más abundante son los medicamentos contra el dolor (analgésicos y antiinflamatorios), este antiulceroso se ha abierto camino hasta erigirse en el principio activo más vendido en los últimos años y colocarse solo por detrás del paracetamol.
Los médicos ya han denunciado su consumo excesivo. Harto de esta presencia desmedida, el médico de familia y autor del blog Mediblog de Familia, Fernando Fabiani, ha lanzado un vídeo para desmentir las leyendas urbanas que corren sobre los efectos de este fármaco bajo el título El omeprazol no es un protector de estómago. En su vídeo, Fabiani desmonta mitos combinando argumentos clínicos con el lenguaje coloquial: “El omeprazol no hay que tomarlo como si fueran chuches, de verdad que no”, asegura. Según Fabiani, este medicamento “sirve para evitar que el estómago pueda sufrir algún daño cuando se toman dosis muy altas de antiinflamatorios, sobre todo en pacientes con gastritis o úlceras”. El médico de Atención Primaria también destaca que “cualquier medicación no hace daño al estómago”. “Al final hay personas que toman cuatro pastillas, y que, como toman cuatro, se toman el omeprazol para que no les haga daño al estómago y al final en vez de cuatro, se toman cinco”. Y concluye su vídeo advirtiendo que el omeprazol “como cualquier otra medicación tiene efectos secundarios”.
Pero el listado de productos autorrecetados se extiende hasta casi el infinito y comprende además del omeprazol, los consabidos antigripales, analgésicos o fármacos para la fiebre, incluso pastillas para el estreñimiento y hasta tranquilizantes.