BILBAO. Según ha informado URA, el fallo del bombeo generó un vertido de agua bruta, sin la debida derivación previa a la depuradora. Una vez detectado el vertido, se dio aviso al 112, lo que permitió activar el protocolo de seguridad y avisar a todas las administraciones intervinientes.
Tras el aviso, el inspector de guardia de URA acudió al lugar del vertido y tomó muestras del mismo. Tras la preceptiva investigación, se determinará la pertinencia de adoptar nuevos requerimientos o medidas dirigidas a exigir el control de las instalaciones de bombeo y depuración y evitar así nuevos vertidos incontrolados, ha explicado la Agencia Vasca del Agua, que realiza un seguimiento en continuo del vertido de la aglomeración de Agurain.
Este vertido, ha indicado URA, está sometido a una autorización en la cual se imponen las condiciones que dicho vertido debe cumplir en cuanto a límites de concentración de diferentes parámetros de vertido, características del proceso de depuración, sistemas de control de los vertidos, analíticas del vertido al río o el modo de actuar ante casos de emergencia.