Asier Cañadas e Iñaki Estefanía estaban ayer unidos por un pacto de sangre. En la unidad móvil situada en la iglesia de El Karmelo (Santutxu), los dos ponían sus venas al servicio de quienes lo necesitan. Estos hermanos de sangre vivían la experiencia de desigual forma. Asier (25 años) impaciente y nervioso, Iñaki (47), sosegado y confiado con los grados que da la veteranía. “Yo pongo el brazo y ni miro”, confesaba Asier impaciente. “Pero si cuando te quieres dar cuenta ya han terminado”, le tranquilizaba Iñaki.
Cada cinco minutos alguien necesita sangre en Euskadi. Por eso no hay tregua en la donación de sangre, ni siquiera en verano. Ayer, el consejero de Salud, Jon Darpón presentaba la nueva campaña bajo el lema Dona Sangre, vive en mí, con el objetivo de seguir animando a los vascos a no bajar la guardia en una época en que las reservas de sangre andan más que justas.
Consciente de esta necesidad, Iñaki Estefanía dona sangre cada tres meses aproximadamente desde hace más de cinco años. “Me avisan cuando la unidad anda por el barrio y me acerco siempre que puedo. Hay que ayudar”. Asier Cañadas se subió ayer al autobús solidario y aunque no era su primera vez, se reconocía bastante novato . “A veces no lo hago por falta de tiempo, a veces por trabajo, pero hoy pasaba por aquí y me ha animado, nunca sabes si mañana te puede hacer falta a ti”, decía este joven que da fe del relevo generacional que permite asegurar las reservas ya que el donante medio envejece a marchas forzadas y no se incorporan jóvenes al mismo ritmo.
Darpón les felicitó ayer por su altruista gesto, junto al resto de los donantes, porque la sangre no se puede crear ni fabricar. Al mismo tiempo, animó a los vascos a mantener las donaciones de sangre en verano, época en la que sufren una drástica caída. “En la sociedad vasca siempre hemos sido solidarios y tenemos que seguir siéndolo también en estas fechas”, afirmó. Para conseguir este objetivo, el Servicio Vasco de Salud ha puesto en marcha la campaña Eman Odola, nigan bizi, que quiere crear un vínculo emocional del donante con el receptor del plasma sanguíneo.
Darpón destacó ayer que durante los primeros seis meses de este año el número de nuevos donantes ha ascendido hasta llegar a las 3.256 personas, frente a las 2.749 que se consiguieron en el primer semestre del 2016. “Sin duda, este ascenso es una buena noticia y debemos seguir trabajando en esta línea con los más jóvenes. Además, ahora en verano, quisiéramos animar a los ciudadanos a que donen sangre antes de irse de vacaciones para que podamos seguir atendiendo en los hospitales vascos sin problemas”, dijo, recordando que en este periodo vacacional también se producen más accidentes de tráfico, por lo que aumentan las necesidades. Darpón aseguró asimismo que las cuatro unidades móviles de donación de sangre de Osakidetza volverán a acercarse a la costa vasca para facilitar las donaciones.
En los seis primeros meses del año, el número de donaciones ha aumentado en un 4,3 % respecto al mismo periodo del año pasado. Por territorios, el mayor incremento porcentual es registró en Araba con un 5% seguida de Bizkaia con un 4,6% y Gipuzkoa con un 3,5%.
Ajenos a estas cifras, pero sabedores de lo importante de su donación, Asier e Iñaki fueron los auténticos protagonistas de la jornada porque son algunos de los héroes anónimos que salvan vidas.