Bilbao - El debate sobre el fracking no es exclusivo de la geografía vasca. Ha llegado también al Congreso, ya que son varios los puntos de la Península que permanecen bajo la atenta mirada de las empresas dedicadas a la extracción y comercialización de gas. La zona pirenaica, parte del Levante y algunas áreas del sur de España son -o eran hace unos años, ya que el silencio administrativo sobre permisos y concesiones está a la orden del día- objeto de deseo. El último intento para tratar de detener y poner en cuarentena esta polémica técnica mediante la que se inyecta agua, arena y químicos a alta presión para fracturar la roca y liberar el gas que contiene tampoco obtuvo el resultado pretendido por las formaciones -Grupo Mixto, Izquierda Plural, Grupo Socialista y CiU- que presentaron una moción para exigir la paralización del fracking en España debido a la mayoría del PP.
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