BILBAO. Ésta es una de las conclusiones de la panorámica sobre los inmigrantes asiáticos en Euskadi difundida hoy por el Observatorio Vasco de Inmigración y que forma parte de una serie sobre los distintos grupos de extranjeros que viven en el País Vasco.

La mayoría de la comunidad asiática está formada chinos (5.280) y paquistaníes (4.148). Los primeros predominan en Bizkaia y los segundos en Araba y Gipuzkoa.

En su conjunto, la mayoría (más del 60 por ciento) son hombres, pero en el caso concreto de la población china, hay un cierto equilibrio entre hombres y mujeres (46,7 por ciento son mujeres).

Estos dos colectivos asiáticos presentan diferentes pautas ya que los chinos optan por la vivienda en propiedad; en su mayoría están regularizados; su tasa de paro es muy baja (5,3 por ciento) y trabajan en la hostelería y el comercio.

Los paquistaníes, en cambio, viven en alquiler (86 por ciento). Sólo están en situación regular el 56,5 por ciento y trabajan en el sector servicios.

Respecto a la integración social, en el caso de la población china es escasa o nula, mientras que los paquistaníes se sienten más integrados, aunque presentan más riesgo de vulnerabilidad social.

El estudio destaca que la sociedad vasca percibe a los chinos con "relativo agrado" y que en los últimos año ha crecido de forma ligera esa percepción positiva desde un 4,7 sobre 10 en 2008 a un 5 en 2012.

Sobre los paquistaníes, el informe alerta del importante peso de este colectivo en algunos municipios guipuzcoanos y advierte de que a corto y medio plazo supondrá un reto de cara a la integración por la diversidad cultural y religiosa.