londres. El banderillero Juan Carlos de los Ríos, El Formidable, falleció el pasado día 23 de julio a los 45 años en Cádiz al no superar una intervención quirúrgica a la que fue sometido de urgencia debido a "unos repentinos y fuertes dolores en el pecho", según informaron fuentes allegadas al subalterno gaditano.

Hijo de uno de los grandes banderilleros en los años 70 y 80, Juan Luis de los Reyes, El Formidable, de quien heredó su sobrenombre, Juan Carlos de los Ríos llegó a ser novillero con picadores a principios de los 80, aunque no fue hasta 1991, al cambiar el oro por la plata, cuando su carrera empezó a despegar.

De los Ríos debutó como subalterno actuando de auxiliador a las órdenes del rejoneador Fermín Bohórquez, y, posteriormente, en la cuadrilla del matador de toros Pepín Jiménez, con quien toreó durante muchos años.

Como subalterno, será recordado no sólo por el semblante grande y fuerte, que heredó de su padre, sino también por la pureza que adquirió a la hora de ejecutar la suerte de las banderillas, en la que era uno de los especialistas más cotizados de los ruedos.

Pese a su categoría, el 13 de mayo de 2001 sufrió una espectacular cogida en la plaza de Las Ventas de Madrid, cuando colocaba un par de banderillas a un sobrero de la ganadería de Julio de la Puerta. El toro le corneó y De los Ríos cayó sobre el albero sin sentido hasta que las cuadrillas consiguieron retirarle a la enfermería, donde fue atendido de urgencia.

La familia taurina, conmocionados ante tan inesperada pérdida, acompañó a sus allegados en el tanatorio de Jerez, donde sus restos fueron despedidos para la paz que merecen. >EFE