Bilbao. La maltrecha imagen de la Administración de Justicia, aquejada de numerosos males -entre ellos, su lentitud como servicio público y, por mencionar algunos antecedentes recientes, el procesamiento de jueces estrella y la humillante dimisión del máximo responsable de Poder Judicial por el mal uso que hizo del dinero público-, sobrevoló ayer la inauguración de la octava edición de las Jornadas Nacionales de Comunicación y Justicia que se celebran estos días en Bilbao.
El evento, organizado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), contó con la presencia de Gonzalo Moliner, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, quien sacó a colación la "mala imagen" de la Administración de Justicia española, aunque aseguró que la misma no le ha restado "legitimidad". En su exposición, reclamó a los periodistas "mayor responsabilidad a la hora de informar del hecho judicial", mientras que apostó por facilitar la labor de los medios de comunicación en su contacto cotidiano con la Justicia a través de los gabinetes de prensa. También abogó por evitar los juicios paralelos, materia sobre la que se debatirá durante estas jornadas.
La cuestionada imagen de la justicia también acaparó minutos en el debate entre profesionales de los dos ámbitos, que analizaron la relación entre el Poder Judicial y los medios de comunicación, un coloquio moderado por la vocal del CGPJ Margarita Uria. Urko Giménez Ortiz de Zárate, juez de Instrucción nº 7 de Bilbao, puso sobre la mesa la inexistencia de normas claras que regulen dicha relación, mientras que Enrique López, magistrado de la Audiencia Nacional, defendió a los gabinetes de prensa de los órganos judiciales como "fuente oficial" de las informaciones, "para que el juez no tenga que estar sometido a los vaivenes" de las necesidades de los medios.
El director de DEIA, Bingen Zupiria, relató que la imagen negativa de la justicia en Euskadi ha tenido que ver con la "judicialización de la vida política" -con los juicios de Ibarretxe y Atutxa, entre otros-, los procesos de ilegalización de fuerzas de la izquierda abertzale o la mera existencia de la Audiencia Nacional. Por su lado, la periodista Patricia Rosety reclamó a los jueces que "bajen a la arena", se acerquen a la prensa y, a través de ella, a la ciudadanía.
En su discurso sobre Los límites de la información, el presidente de la Sala Primera del Tribunal Supremo, Juan Antonio Xiol, defendió la utilización de la "ponderación" para determinar en cada caso y momento determinado cuándo el derecho al honor y la propia imagen "prevalece" sobre la libertad de información y expresión.