Medio siglo vendiendo electrodomésticos

ROMO. "Mi padre, junto a otro socio, tuvieron visión de futuro en el mundo de los electrodomésticos", acierta en su valoración Leire. Así fue: el getxotarra Daniel Martín y un amigo pusieron en marcha hace justo 50 años una tienda que a día de hoy sigue funcionando en Las Arenas, con una segunda abierta en los años 90 en Sopelana. Ambas pertenecen a la actual cooperativa Cordevi-Expert. Mancía Electrodomésticos es todo un clásico, aunque con la tristeza plena de haber perdido el pasado viernes a aquel pionero en la materia, a Daniel Martín García.

Con los años, el socio de Daniel decidió dejar el negocio y la mujer de Daniel, Mari Cruz Gandía, asumió también un papel protagonista. Juntos lucharon contra "grandes y pequeños", le ensalza una de sus tres hijas, Leire, que queda al cargo del comercio familiar de Las Arenas, así como Irantzu, del de Sopelana. El matrimonio cuenta con una tercera hija, Itsaso.

Apodado décadas atrás por las personas de más edad Daniel Mari, algo que "cuando yo llegué a Romo se me hacía muy raro", admite Mari Cruz, Daniel Martín nació en Romo el 21 de abril de 1936, cien días antes del fallido golpe de Estado de los militares españoles sublevados contra la Segunda República y que derivó en Guerra Civil. El padre de este vizcaino, de igual nombre, luchó contra los antidemócratas y a su regreso al hogar en 1938 murió. El niño solo tenía dos años y una madre joven, Cecilia, que con todo el dolor debía salir adelante. La mujer, nacida en Basurto aunque originaria de Gordexola, matriculó a su hijo en el colegio Sagrado Corazón de la calle San Francisco de Bilbao.

Muy joven, Daniel tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a su madre, "por necesidad", agrega Mari Cruz. Por todo ello, Martín se hizo a sí mismo con el afán de superarse a sí mismo en conocimientos, por ello, por ejemplo, siempre le gustó leer mucho. Con el negocio también se esmeró, incluso llegó a ser presidente de la cooperativa Cordevi, con base en Derio. Él fue uno de sus cooperativistas fundadores.

Para Daniel marido y Daniel padre, "su familia y su negocio lo eran todo", coinciden madre e hijas. Vivía dedicado a ellos. Solo los domingos trataban por todos los medios de no quedarse en casa, de disfrutar, por ejemplo, yendo a comer a Castro Urdiales, aunque "éramos de volver pronto", matiza Mari Cruz, quien contrajo matrimonio con Daniel el 6 de febrero de 1971, en la parroquia Nuestra Señor de Fátima, de Enekuri, iglesia de Emiliano Amann erigida en 1954.

dedicación plena Juntos fueron "unos atrevidos, los dos, pero hemos sido de asegurar". La mujer de Daniel se refiere a que fueron de los pioneros vizcainos en vender las primeras lavadoras, frigoríficos…, una dedicación de 24 horas al día. "Mi marido, al principio, después de estar en la tienda salía a repartir y llevaba la administración. No paraba". Más adelante, el negocio prosperó y pudo tener empleados.

Martín fue "una buena persona enamorada de su familia y trabajo", le corresponden esposa e hijas. Entre sus aficiones compartidas estaban las de viajar. Con la misma cooperativa hacían un viaje al año. Ahora bien, el hobby que más horas le restaba era la filatelia. Era un apasionado de los sellos. Eso y leer mucho, todo tipo de novela o de historia. Aunque en su juventud era de jugar a fútbol en la playa y seguidor del Athletic, nunca fue tan forofo del club rojiblanco como su madre. Cecilia falleció a los 96 años, pero hasta con 90 años iba a ver a San Mamés a su club del alma. "¡No se perdía un partido! ¡Era tremenda!", subraya Mari Cruz.

El funeral por este nacionalista "amante de Euskadi y de su barrio" se ofició el pasado lunes en la parroquia San José Obrero de Las Arenas. En los últimos tiempos, Daniel insistía en dar los mejores consejos a sus hijas. Con todo: las dos tiendas Mancía Electrodomésticos continúan abiertas y en las mejores manos, en la de una familia que recuerda a su figura paterna viva, porque como escribió para la reflexión Gabriel García Márquez: "La muerte no llega con los años, solo con el olvido".