Praga. El saltador de esquí checoslovaco Jiri Raska, que obtuvo la primera medalla de oro para su país en unos Juegos Olímpicos de invierno, murió el viernes 20 tras una larga operación en el hospital municipal de Novy Jicin, en el noreste de la República Checa.

Raska, que tenía 70 años, se dedicó a la disciplina de salto de esquí y tras su jubilación siguió formando a jóvenes saltadores, informaba la página web del Comité Olímpico Checo (COV). "Ha sido una gran pérdida para el deporte checo. Jiri era una leyenda", señaló el exesquiador Milan Jirasek, presidente del COV.

El célebre deportista participó en dos Juegos Olímpicos y tres campeonatos del mundo. En los JJ.OO. de Grenoble (1968) obtuvo la medalla de oro en la disciplina de 90 metros (K-90) y plata en 120 metros (K-120). Hubo que esperar treinta años, hasta Nagano, para que un compatriota suyo volviera a subir al medallero.

el mejor del siglo XX Un año después, en 1969, Raska obtuvo en Planice (Yugoslavia) el récord del mundo y sorprendió a todo tras hacer un salto de 164 metros. En 2003 fue elegido como el mejor esquiador checo del siglo XX.

Tras su jubilación, en 1975, continuó como entrenador en Frenstát pod Radhostem, su ciudad natal, y permaneció muy activo en la federación de esquí y en el club de los olímpicos checos.

"El deporte es el dopaje de mi vida", se sinceró poco antes de fallecer.