Bilbao. M-Clan y el rock español están de luto por la reciente y repentina muerte de Pascual Saura, el bajista original de la banda que dejó de colaborar con M-Clan justo este año, antes de que el grupo publicara su último disco, Para no ver el final, un título que ahora se antoja incómodo. Falleció repentinamente en la madrugada del viernes, aunque hay fuentes que indican que había sufrido un derrame cerebral, del que ya estaba recuperado. Esta vez, le falló el corazón mientras estaba viendo la televisión, desde el sofá de su casa.

Pascual tocó su bajo en todos los éxitos de M-Clan desde aquel primer vinilo triangular que sacaron con Subterfuge, y que les llevó a tocar al festival de Benidorm (no pasaron de semifinalistas), donde demostraban toda la energía que llevaban contenida desde que empezaran a ser un grupo, allá por el año 1993.

Se movía con soltura entre el blues, el jazz y la música moderna. Todos los que le conocieron destacan la fuerza de su sencillez, todos alaban su responsabilidad y su gran profesionalidad. Ricardo Ruipérez señala de su compañero en M-Clan que "era la persona más bondadosa y el músico más generoso que he conocido en mi vida". Mientras, Carlos Tarque recordaba que "empezó en la aventura de M-Clan; era un magnífico compañero, con una corazón de la ostia".