donostia. El descubrimiento del retrovirus XMRV en el 95% de los afectados por fibromialgia y síndrome de fatiga crónica (SFC) puede marcar un antes y un después en la historia de estas patologías, un "interesantísimo" punto de inflexión seguido muy de cerca por los 443 miembros de Bizi Bide, la asociación guipuzcoana que atiende estas enfermedades, una agrupación acostumbrada como ninguna a bregar con el desconocimiento y la incomprensión social.

La fibromialgia afecta al 4% de la población. Cada día, unos 28.000 guipuzcoanos se ven envueltos en una maraña que les enreda y no aciertan a comprender. Cuando no son alteraciones del sueño es la dichosa rigidez muscular, por no hablar de la confusión mental que acecha implacable. La dolencia no es visible, a pesar de que las molestias, sin más rodeos, resultan insoportables.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) codificó en los años 90 la patología, pero cualquier afectado conoce de primera mano las suspicacia que sobrevuela a su dolencia. Investigaciones rigurosas vienen a decir ahora que, quizá, no sea precisamente cuento lo que le echan.

La publicación del estudio en la revista Science, la más prestigiosa revista científica del mundo, por un grupo de investigadores de élite del Instituto Nacional de Cáncer de los EE.UU., resulta sorprendente, a pesar de la escasa repercusión que cabe suponer a un hallazgo de esa naturaleza.

anticuerpos El estudio, que se publicó a finales del año pasado, demuestra que un retrovirus llamado XMRV estaba en la sangre de 68 de 101 afectados de síndrome de fatiga crónica. Investigaciones posteriores han identificado anticuerpos del retrovirus en el 95% de las 330 muestras de sangre de enfermos del SFC y porcentajes parecidos en personas con fibromialgia. "No se sabe todavía si el virus es la causa o se aprovecha de un desarreglo en el sistema inmunológico para atacar, pero lo cierto es que la comunidad sanitaria tiene ante sí una evidencia que puede traernos un posible tratamiento", interpretaba ayer Arantza Alcibar, portavoz de la agrupación guipuzcoana de estas dolencias.

Acostumbradas a librar batallas en diferentes frentes, puesto que tan dolorosa como la enfermedad es la incomprensión social que suscita, un hallazgo científico de este calibre podría presentarse como un bálsamo definitivo a tanto dolor, en el caso de que el avance del descubrimiento abra definitivamente la puerta de entrada a los tratamientos antivirales.

El XMRV es el tercer retrovirus humano identificado. El primero fue el VIH, responsable del sida. El segundo fue el HTLV, que provoca leucemia y linfomas. Los científicos creen haber demostrado ahora que el XMRV, el tercer retrovirus identificado, es un factor que contribuye en varias patologías neuroinmunológicas, con especial incidencia en el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia.

edades tempranas Y mientras se dilucida tal cuestión, lo que parece evidente es que los casos no dejan de diagnosticarse en Gipuzkoa, y lo que resulta todavía más llamativo, a edades tempranas. Alcibar asegura que hace unos años la media de las personas que se acercaban a la asociación rondaban los 50 años, mientras que en los últimos años se va constatando que comienza a llegar un número creciente de veiteañeros. "Incluso estamos conociendo casos de niños, situaciones especialmente complejas porque resulta más complicado dar con el diagnóstico". Todo ello está provocando un sufrimiento indecible entre las propias criaturas y sus allegados.

De hecho, no es extraño encontrar en una misma familia miembros de diferentes generaciones afectados por el SFC, un dato que podría guardar una relación directa con el reciente hallazgo científico. Lo que no parece admitir discusión es que el retrovierus no se transmite por el aire, lo que quiere decir que su transmisión es de persona en persona, y podría ser vía saliva, sangre, semen, leche materna, de madre a feto o de algún modo similar.

Los afectados, entretanto, continúan peregrinando por el sistema sanitario sin rumbo fijo, ya que la comunidad científica no llega a un consenso definitivo. Pese a ello, ya hay países como Canadá que, a pesar de no haberse establecido una relación concluyente entre estas patologías y el nuevo retrovirus, ya han prohibido la donación de sangre de estos enfermos como medida preventiva.