"Xynthia" mantuvo en vilo a la población

Bilbao. El paso de Xynthia por la geografía vasca será difícil de olvidar. Las secuelas de esta bomba meteorológica caribeña continuarán hoy, y durante los próximos días, en boca de los ciudadanos. Y es que, lo ocurrido desde la tarde-noche de ayer y en las primeras horas de hoy ha provocado que la Comunidad Autónoma Vasca, de norte a sur y de este a oeste, amanezca mirando los efectos ocasionados por esta borrasca profunda. Hasta 228 kilómetros por hora alcanzó el viento en Orduña a las nueve de la noche.

Miles de hogares sin suministro eléctrico a consecuencia de la caída de ramas y objetos voladores sobre el tendido, carreteras cortadas por árboles arrancados de cuajo de las entrañas de la tierra, transportes públicos suspendidos ante el riesgo de incidentes y el cierre de grandes superficies antes de su horario habitual fueron algunas de las aparatosas viñetas dibujadas por la ciclogénesis explosiva. Afortunadamente, la corta pero intensa visita de estos vientos huracanados (en el monte Oiz se registraron rachas de 174 kilómetros por hora) no ha ocasionado desgracias personales, tal y como confirmaban, al cierre de esta edición, fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco.

Eso sí, los sustos entre la población y los desperfectos en el mobiliario y objetos expuestos a la acción del enérgico y caprichoso dios Eolo fueron numerosos. El más dramático ocurrió en las faldas del monte Artxanda, en las afueras de la capital vizcaina. Cuatro familias del barrio erandioztarra de San Pablo tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas después de que el fuerte viento racheado avivara las llamas provocadas, al parecer, por la quema de rastrojos en la zona.

Evacuado un centro comercial Varias dotaciones de bomberos tuvieron que desplazarse hasta el lugar para tratar de controlar el incendio, aunque el ensañamiento de las incontroladas ráfagas que barrieron este punto elevado de la ciudad, dificultó su trabajo. La virulencia del incendio obligó también a evacuar un centro comercial próximo con gente en su interior. Otro incendio mantuvo en vilo a la población de Gamiz.

El panorama se propagó durante el anochecer de ayer por toda la geografía vasca. Desde SOS Deiak comunicaron que, hasta las 19.00 horas, habían recibido un centenar de incidentes derivados del viento en Gipuzkoa, 89 en Bizkaia, y otros 30 en Araba. Asimismo, fuentes de la compañía Iberdrola notificaron a la Mesa de Crisis la seria afección de suministro eléctrico en las localidades Balmaseda, Elorrio, Karrantza, Abadiño, Billabona y Zizurkil. "En total hay 17.000 abonados afectados en Bizkaia, 18.000 en Gipuzkoa y 200 en Araba", detallaron.

Desde las siete de la tarde de ayer, y hasta el cierre de esta edición, los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Foral de Bizkaia habían realizado "en torno a cuarenta salidas motivadas por el temporal de viento. Las intervenciones efectuadas, que no han revestido gravedad, han venido motivadas por caídas de tejas, ramas, cortes de luz,… en zonas como Abadiño, Güeñes y Balmaseda", comentaron. La caída de un árbol en Romo causó daños a cuatro vehículos.

La red principal de carreteras presentaba, al cierre de esta edición, un corte en la N-240 a la altura de Areatza. "Además, en la red secundaria, hay siete tramos afectados en Gipuzkoa, tres en Bizkaia, y uno en Araba. El puerto de Orduña ha sido cerrado al registrarse incidentes reiterados por el viento", indicaron fuentes del Servicio de Atención de Emergencias.

Las incidencias más significativas sucedieron en el municipio guipuzcoano de Abaltzisketa, cuando a primera hora de la mañana una grúa cayó sobre una casa de tres alturas y un frontón. No hubo heridos aunque sí daños significativos. En Beasain varios caseríos tuvieron que ser desalojados de forma preventiva. El polideportivo de Armiñón, en Araba, sufrió daños graves por el viento. Además, la línea de EuskoTren registró un corte entre Mendaro y Deba. Como medida preventiva, el servicio de tranvía quedó suspendido a las ocho de la tarde en las ciudades de Bilbao y Gasteiz.

Desigual El azote de Xynthia ocasionó también la cancelación de cinco vuelos con salida o llegada en los aeropuertos vascos, así como el desvío de otros dos. A primera hora de la tarde de ayer un vuelo que debía haber aterrizado en Loiu fue desviado hasta Foronda, así como otra aeronave que llegaba a Hondarribia desde Madrid aterrizó finalmente en Noain. Además, fueron cancelados dos vuelos de Iberia de ida y vuelta de Madrid al aeropuerto vizcaino y uno más de la compañía Air France que debía llegar a Bilbao desde París.

Los transportes por carretera también se vieron afectados por la alerta roja de viento ya que el Departamento de Interior suspendió la circulación de autobuses privados o públicos, prohibió la circulación de camiones y pidió a los ciudadanos no usar el coche "salvo que sea imprescindible". De este modo, en varios momentos del día de ayer, la población vasca vivió una sensación de aislamiento.

En cualquier caso, la afección de este episodio de ciclogénesis explosiva fue desigual en los territorios. La llegada de esta borrasca profunda provocó rachas de viento de más de 228 kilómetros por hora que dejaron a 30.000 abonados de Iberdrola sin luz, carreteras cortadas, así como trenes y vuelos cancelados. Hoy será una jornada para evaluar los daños provocados por Xynthia en la geografía vasca, principalmente en las zonas costeras, las más afectadas por el intenso paso de esos vientos huracanados.

En un primer momento, las previsiones de los Servicio de Atención de Emergencias no habían contemplado esta "especial afección en costa" pero adujeron que el repentino giro de las ráfagas de viento (de suroeste a oeste) agravó la situación en varios puntos.