La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, prometió ayer que el referéndum de independencia previsto para el próximo año 2023 se celebrará de manera “legal”, aunque no cuente con el visto bueno de Westminster. La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) se apoyó en el “mandato democrático indiscutible” del que dispone para llevar a cabo una consulta popular sobre la independencia del territorio tras las pasadas elecciones, en las que se quedó a un escaño de lograr la mayoría, aunque cuenta con el apoyo de Los Verdes.

Así, Sturgeon subrayó que su Gobierno está legitimado para convocar un referéndum y que se hará de manera legal aunque no tenga el visto bueno de Reino Unido. “Debemos forjar un camino a seguir, si es necesario sin una orden de la Sección 30”, el mecanismo ya utilizado en 2014 por el cual Londres transfiere temporalmente el poder de legislar una consulta a Holyrood, el Parlamento escocés.

“Estoy lista para negociar una orden de la Sección 30 si ahora decide que es un demócrata”, manifestó Sturgeon en referencia al primer ministro británico, Boris Johnson. “Lo que va a cambiar es que estableceré un camino legal para seguir sin una Sección 30 si eso es lo que se requiere. Tenemos un gobierno en Reino Unido que no respeta la democracia y no respeta el Estado de Derecho”, remarcó.

En ese sentido, Sturgeon adelantó que “muy pronto” presentará ante Holyrood una “significativa” actualización de todo este proceso, que por el momento está en fase de asesoramiento legal. Revelar cualquier detalle ahora pondría supondría violar el código ministerial, señaló.

nueva campaña

Las palabras de Sturgeon tuvieron lugar durante la presentación de la nueva campaña para desligarse de Londres y del informe titulado ‘Independencia en el mundo moderno’. Más rico, más feliz, más justo: ¿por qué no Escocia?’, y en el que se establece un análisis del desempeño de Reino Unido en una serie de indicadores económicos y sociales en relación a otros países europeos, como Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Irlanda o Noruega. “Después de todo lo que sucedió, el Brexit, el covid, Johnson, es hora de establecer una visión diferente y mejor. Es hora de hablar de hacer que Escocia sea más rica y es hora de hablar sobre la independencia”, manifestó.

Sturgeon señaló que Johnson “no tiene autoridad democrática en Escocia, ni mayoría moral en ninguna parte” y recordó que cuestiones como el Brexit les sacó de la Unión Europea y del mercado único en contra de su voluntad, provocando importantes daños al comercio, al nivel de vida y a los servicios públicos.

“¿Seguimos atados a un modelo económico de Reino Unido que nos condena a resultados económicos y sociales relativamente pobres que probablemente empeoren en lugar de mejorar fuera de la Unión Europea, o en cambio levantamos los ojos con esperanza y optimismo y nos inspiramos de países comparables de toda Europa?”, expuso la líder del SNP. “Es hora de debatir la independencia Escocia hoy está aún más preparada que en 2014”, defendió Sturgeon, quien estaba acompañada por el colíder de Los Verdes, Patrick Harvie,

Cuestionada sobre cómo abordar una posible situación fronteriza como la que se está dando en Irlanda del Norte, Sturgeon reconoció que si Escocia está en la Unión Europea habrá problemas, requisitos regulatorios y aduaneros, pero confía en se puedan manejar de mejor manera y que los beneficios superan a los desafíos.

Downing Street

Por su parte, desde el número 10 de Downing Street señalaron que “no es el momento de hablar de otro referéndum” y que confían en que el pueblo escocés quiera y espere que ambos gobiernos “trabajen juntos” para solucionar “desafíos globales” como el alto coste de vida, la guerra de Ucrania y el resto de “problemas que son importantes para sus familias y sus comunidades”.

en corto

Presupuesto

23 millones de euros. El Gobierno escocés ya asignó, en su reciente revisión de Presupuestos para la legislatura, 20 millones de libras (23 millones de euros) para el plebiscito.

Antecedentes

Referéndum de 2014. En el primer referéndum, en septiembre de 2014, el 55% de los votantes rechazaron la separación frente al 45% que apoyaron la independencia. En el referéndum sobre la permanencia o salida de la UE celebrado en junio de 2016, Escocia votó por la permanencia en un 62%.

Laboristas

escoceses. Los laboristas escoceses cuestionan el discurso de Sturgeon, a la que han afeado estar “jugando a la política mientras la vida y el sustento de las personas están en juego”.