El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el canciller alemán, Olaf Scholz, excluyeron ayer en Berlín una respuesta militar en el caso de una agresión rusa a Ucrania. “Habrá un elevado coste político, un elevado coste económico si se produce una intervención y se viola el principio de integridad territorial”, afirmó Scholz en una rueda de prensa conjunta en Berlín a la pregunta de un periodista sobre si contemplaba una respuesta militar.

Stoltenberg incidió en que la Alianza ha enviado a Rusia el mensaje de que si elige la “violencia” se enfrentará a un “alto precio” político y financiero y señaló que los Estados de la OTAN apoyarán a Ucrania para mantener su derecho a la autodefensa.

“En primera línea se trata ahora de hacer progresos en el frente político”, destacó el secretario general de la OTAN, que anunció que ayer mismo envió invitaciones a representantes de Rusia y de países aliados para mantener encuentros que sirvan para “mejorar las líneas de comunicación”. “La tensión es alta y por eso el diálogo es especialmente importante. Por eso haremos todo lo posible por alcanzar una solución política,” agregó.

Con respecto a la aprobación de la puesta en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2, controlado por el gigante ruso Gazprom, el canciller alemán rehusó una afirmación expresa de que una agresión a Ucrania significaría el fin del proyecto. Ante la pregunta, aseveró, sin embargo, que “todo se debe discutir en caso de una intervención militar” por parte de Rusia, que debe contar con un “alto coste” en tal caso y señaló que tanto su Gobierno como el anterior Ejecutivo alemán han comunicado “muy claramente” a Estados Unidos su forma de proceder con respecto a Nord Stream 2.

Con respecto a la negativa alemana de suministrar armas a Ucrania, reafirmada el pasado lunes en Kiev por la ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, Scholz subrayó que Alemania sigue “desde hace tiempo” la estrategia de no exportar armas letales, algo en lo que no ha influido el cambio de gobierno.

Por el contrario, según el canciller, lo esencial es hablar “a nivel europeo” de cómo es posible alcanzar una situación para “poner fin a la escalada” y estar seguros de que no hay riesgo a la integridad territorial ucraniana.

Por su parte, Stoltenberg argumentó que hay miembros de la OTAN que están dispuestos a proporcionar armas letales a Ucrania, puesto que hay diversos puntos de vista al respecto, aunque él mismo evitó posicionarse. “La OTAN apoya a Ucrania, la apoyamos políticamente en la práctica, apoyando a sus instituciones de defensa, por ejemplo con el entrenamiento y la mejora de las capacidades de su marina”, aseguró.

EE.UU. insiste en la diplomacia

En este contexto, el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, insistió ayer ante su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en la importancia de continuar la vía diplomática para rebajar la tensión sobre Ucrania.

Ambos mantuvieron una llamada telefónica en la que valoraron los encuentros celebrados la semana pasada entre Rusia y EE.UU. y sus aliados sobre la crisis en Ucrania, informó del Departamento de Estado en un comunicado.

Blinken reiteró a Lavrov el compromiso “inquebrantable” de Washington con la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Además, subrayó que cualquier discusión sobre la seguridad en Europa debe incluir a los aliados de la OTAN y los socios europeos, entre ellos Kiev. Blinken viajará hoy a Ucrania, donde se reunirá con el presidente de ese país, Volodímir Zelenski, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, para tratar la amenaza rusa.

El pasado viernes, Washington acusó a Moscú de intentar orquestar un falso ataque contra las tropas trusas para crear un pretexto con el fin de invadir o entrar en Ucrania.

Por su parte, Lavrov urgió a Blinken a “no replicar la especulación sobre una supuesta agresión rusa y a forzar a las autoridades ucranianas a implementar la totalidad de los acuerdos de Minsk”.