- Los talibanes afirmaron ayer que las conversaciones presenciales con representantes de Estados Unidos este fin de semana en Doha “fueron bien”, un encuentro de dos días en el que la formación fundamentalista hizo especial hincapié en la ayuda humanitaria. “El diálogo de dos días en Doha entre las delegaciones del Emirato Islámico de Afganistán (talibanes) y Estados Unidos fue bien”, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores del Gobierno interino talibán, Abbdul Qahar Balkhi.

La reunión tuvo lugar entre el pasado fin de semana en la capital catarí, y según la nota se trataron en detalle “cuestiones políticas”.

“El Emirato Islámico de Afganistán (los talibanes) consideró que la mejor manera de resolver los problemas es implementar el acuerdo de Doha”, señaló Balkhi, en referencia al acuerdo alcanzado en febrero de 2020 entre ambas partes que marcó la retirada final de las tropas estadounidenses del país.

La formación fundamentalista trasladó a los representantes de Washington que la ayuda humanitaria no debe estar ligada a “cuestiones políticas”. “Los representantes de Estados Unidos señalaron que darán asistencia humanitaria a los afganos, y facilitarán el reparto de ayuda de otras organizaciones humanitarias”, dijo Balkhi.

Los talibanes han multiplicado sus contactos con la comunidad internacional para asegurar la distribución de ayuda humanitaria, mientras organizaciones internacionales han señalado que Afganistán corre el riesgo de hundirse en una crisis económica y social tras cuatro décadas de guerra.

La captura de Kabul el pasado 15 de agosto por los fundamentalistas ha agravado la situación, y los talibanes pidieron a Washington que les ayude a desbloquear los fondos internacionales suspendidos por muchos países e instituciones tras el colapso del anterior Gobierno.

El encuentro del fin de semana es el primer cara a cara desde la retirada estadounidense de Afganistán a finales de agosto, y los talibanes señalaron que ambas partes “acordaron que reuniones similares se celebrarán en el futuro si es necesario”.

El Gobierno de Joe Biden calificó de “francas” las conversaciones presenciales. “Estados Unidos reiteró que los talibanes serán juzgados por sus acciones, no sólo por sus palabras”, según señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. EE.UU. se centró en la seguridad y el terrorismo, así como en el paso seguro de ciudadanos estadounidenses, extranjeros y sus aliados afganos.

Los talibanes han mantenido un discurso de cierta reconciliación y apertura que contrasta con su primer gobierno entre 1996 y 2001, marcado por las violaciones de los derechos humanos, aunque han restringido los derechos de las mujeres y las denuncias de abusos van en aumento.

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que Afganistán está en un “punto de inflexión” y pidió a la comunidad internacional que inyecte liquidez al país para evitar su colapso económico. “Urjo al mundo a tomar acción e inyectar liquidez en la economía afgana para evitar su colapso”, exhortó el diplomático luso.