bilbao. El pasado sábado 6 de julio a las 20.24 horas, cuando me disponía a salir de mi casa para ir a tomar algo y cenar por ahí con mi familia, lo último que me esperaba es que me sonaría el móvil para que me diesen la noticia de que Aitxi había muerto.

La leucemia le había ganado la batalla, no me lo podía creer, porque si bien a finales del año pasado estábamos más mentalizadas, hablo en plural porque escribo estas líneas en nombre de Enparantzako Lagunak, sus amigas de siempre, de toda la vida , ahora no lo esperábamos por nada del mundo la verdad. Con las ganas que tenía de vivir, de superar todo esto, de pasear con Onintza y conmigo (estamos embarazadas) el año que viene?. Qué injusta es la vida. Pero no nos vamos a poner tristes porque a ella no le gustaría vernos así, porque ella era la alegría personificada, mujer optimista, buena amiga, buena compañera de estudios... bueno, nunca hemos sido unas grandes estudiantes, pero ahí estaba para ayudarte en lo que fuera.

La iglesia San Severino de Balmaseda el pasado lunes se quedó pequeña para despedir a nuestra Aitxi, pero ella ya descansa en el Kolitza, lugar que adoraba y en el que le hubiera gustado casarse con Kris, su amor de toda la vida?

Me hubiera encantado dedicarla unas palabras en su despedida pero me fue imposible, menos mal que estaba Vero, la pequeña de todas, y tuvo el valor de decirlas, aquí van:

Pensando en los recuerdos del ayer... hoy aún se oyen y reconocen los sonidos más dulces de tu sonrisa. Más de un día ya buscándote, y si estás aquí porque nunca te has ido, porque nunca te irás de nuestros corazones. Y por eso no existe despedida, ni un adiós, quizá sí un hasta pronto porque aunque por un tiempo el hueco muy grande haya quedado vacío y despoblado en nuestro interior, seguro nos vamos a reencontrar muchas noches en los sueños, muchos días en el recuerdo y más tarde o más temprano volverás a darnos tu abrazo ahí arriba en el cielo.

Somos afortunadas. Tenemos el mejor ángel de la guardia que podíamos tener. Y la estrella más grande, luminosa y bella que nos acompañará siempre.

Maite zaitugu aitxi zure Enparantzako Lagunak (Ainhoa, Amaia, Vero, Rakel, Onintza eta Esmeralda).