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La mirada triste de la mujer más hermosa del mundo

Bilbao. La suerte de la fea, la guapa la desea, dice un refrán castizo. Y Amparo Muñoz cumplió con la parte que le tocaba. Era guapa pero la suerte le esquivaba. Por lo menos, con esa fama vivió su ídem.

Nacida en Vélez-Málaga, el 21 de junio de 1954, fue modelo publicitaria. Con 19 años fue elegida Miss Costa del Sol y Miss España, y un año después, el 22 de julio de 1974 fue coronada como Miss Universo en el certamen celebrado en Manila (Filipinas), convirtiéndose en la primera -y única- española en conseguir ese título. Un reinado, por otra parte, no exentó de polémica, porque se negó a estar manipulada por la organización -al medio año de reinado rehusó hacer un viaje a Japón- y renunció al título.

Desde entonces, una carrera irregular en el mundo del cine, más interesado siempre en su belleza que en sus aptitudes interpretativas, una vida sentimental agitada y no exenta de capítulos desagradables y un más que probable -nunca negado pero tampoco admitido- coqueteo si no más con el mundo de la droga, terminó por comerse a la persona y crear al personaje. El personaje del refrán, la bella señorita que deseaba la suerte de todas aquellas que suspiraban por tener el verde de sus ojos y la forma de sus medidas.

Participó como protagonista en Tocata y fuga de Lolita (1974), de Antonio Drove; Clara es el precio (1974), de Vicente Aranda, o la muy taquillera Sensualidad (1975), de Germán Lorente, todas con su cuerpo como reclamo para el público.

Intervino también en La otra alcoba (1976), de Eloy de la Iglesia, en la que conoció a Patxi Andión, que se convertiría en su primer marido.

Su carrera continuó con Mauricio mon amour (1976), Voltereta (1976), Acto de posesión (1976), Del amor y de la muerte (1977), de Giménez Rico, El tahúr (1979) -film mexicano nominado al trofeo Castillo de La Habana-, Experiencia extramatrimonial de una esposa, Mamá cumple cien años (1979), de Carlos Saura, y Dedicatoria (1980), de Jaime Chávarri. Le siguieron varias películas que rodó en México: Mírame con ojos pornográficos y Las siete cucas (1981).

Entre los filmes de mayor éxito que ha protagonizado figura Hablamos esta noche (1982), que dirigió la fallecida Pilar Miró. Ese mismo año, intervino en dos de los capítulos de la serie de TVE Sonatas de estío, dirigida por Méndez Leite.

Invitada por la esposa del entonces presidente de Filipina, Ferdinand Marcos, viajó en febrero del 1983 hasta Manila para asistir a un Festival Cinematográfico. Inesperadamente, la actriz anunció que fijaba su residencia en Filipinas junto con su entonces compañero, Flavio Labarca.

Durante el rodaje en ese país de la película Demasiado hermosa (1983) tuvo un altercado con la productora de la película, Natalia Palanca, quien la denunció. Dos años después de la vista, en marzo de 1985, fue condenada a cuatro años de prisión, si bien ella se hallaba ausente.

Ya en España, en 1984 finalizó el rodaje de Balcón abierto, del director Jaime Camino, película con la que en septiembre de 1988 se inauguró el Festival de Cine y Música de Tamara, celebrado en Rabat (Marruecos).

Líos con la justicia En abril de 1987, cuando acababa de finalizar el rodaje de Vidas privadas, una coproducción de TVE y la RAI, la actriz fue detenida en Barcelona, durante la llamada operación primavera, acusada de tenencia de drogas, heroína concretamente. Poco después fue puesta en libertad.

En enero de 1990 varios medios de comunicación se hicieron eco de los rumores según los cuales la actriz padecía sida, hecho que fue desmentido por ella misma, unos días después.

En 1990 volvió a comparecer ante la justicia, después de ser denunciada en dos ocasiones por el impago de las facturas derivadas de su estancia en el hotel Málaga Palacio y en el Parador Nacional de Oropesa (Toledo).

Tras estar varios años alejada del cine, en 1996 fue llamada por el director y actor Paul Naschy para protagonizar su filme Licántropo.

En 2005 presentó su libro de memorias La vida es el precio.

Amparo Muñoz contrajo matrimonio en 1976 con el actor y cantautor, Patxi Andión. Tras su separación, estuvo unida al productor de cine Elías Querejeta.

En 1980 se trasladó a México, donde conoció al chileno Flavio Labarca (anticuario y acusado por tráfico de estupefacientes), con el que se casó en junio de 1983. Posteriormente, en febrero de 1991 la actriz contrajo matrimonio por tercera vez, con Víctor Santiago Rubio Guijarro, del se separó en 1994.

La tristeza anidaba en sus ojos verdes y su mirada, hasta el domingo que falleció, seguía siendo la mirada de la mujer más guapa del mundo, con una pena que se la comía por dentro: no tener la suerte de la fea.