LONDRES. Los conservadores "tories" son la fuerza más poderosa en las elecciones parlamentarias en el Reino Unido, indican los pronósticos, aunque con un estimado de 307 de 650 escaños no reunirían los suficientes asientos para tener la mayoría absoluta, indicaron emisoras televisivas locales en la noche de ayer.
El gubernamental Partido Laborista del premier Gordon Brown quedaría en un segundo lugar con 255 escaños, por delante de los liberales demócratas con 59 asientos que pese a una campaña electoral exitosa, obtendrían menos de lo que esperaban antes de las votaciones.
En comparación con los comicios anteriores de 2005, cuando conquistaron 356 mandatos, esta vez los laboristas debieron asumir fuertes pérdidas.
De esta manera, el Reino Unido probablemente está ante un cambio de gobierno. Para emitir los pronósticos, las emisoras televisivas BBC, ITV y Sky habían encargado sondear a 18.000 electores justo luego de que emitieran su voto en 130 centros de votación en todo el país.
De todas maneras, el resultado oficial se conocerá en la mañana de hoy viernes, cuando los 650 distritos electorales hayan realizado el cómputo.
La participación electoral se calculaba en un 66 por ciento de los 44 millones de ciudadanos habilitados para emitir su voto, considerablemente mayor que la participación de 61,4 por ciento en los comicios en 2005.
En caso de que efectivamente ninguno de los partidos logre la mayoría absoluta con 326 escaños -a lo que apuntan los pronósticos- se deberá formar un gobierno de minorías o "hung parliament"; el último en Reino Unido fue en 1974.
Y también si se confirmen los pronósticos, tras sólo tres años Brown abandonaría el cargo. Incluso una coalición con los liberales demócratas no sumaría una mayoría. Pero para Brown hay más en juego: durante la campaña electoral no sólo bregó por un cuarto período de su partido laborista, sino también por su propia supervivencia política. En los últimos días de la campaña hubo especulaciones en torno a su posible sucesor.
Los conservadores de David Cameron podrían tener que acercarse a los liberales demócratas de Nick Clegg para formar gobierno, aunque también es posible una cooperación con varios grupos regionales.
Lo que los británicos conocen como "hung parliament" es un Parlamento en el que alguna de las dos grandes fuerzas tiene que aliarse con un partido menor para obtener más de la mitad de los 650 escaños. La segunda posibilidad es que alguno de los dos partidos forme un gobierno en minoría con el apoyo de grupos minoritarios o de diputados en particular. De todas maneras, los británicos están habituados a tener un nuevo gobierno en el marco de pocas horas después de una elección.
Tradicionalmente, al día siguiente de la votación, el ganador de los comicios se dirige a la Reina, que le encomienda la formación de gobierno. Para el 25 de mayo se prevé el discurso de la Corona en el que la monarca da lectura al programa de gobierno para el primer año del período legislativo.
45 millones de ciudadanos convocados a las urnas
Unos 45 millones de ciudadanos estaban llamados ayer a las urnas para participar en las elecciones más reñidas de la historia reciente del Reino Unido, en las que lo único cierto es el final del bipartidismo de laboristas y conservadores.
El Partido Conservador de David Cameron podría recuperar el poder, aunque sin mayoría absoluta, tras trece años de gobiernos laboristas, de confirmarse los resultados de un sondeo que publicó ayer The Guardian.
Los "tories" llevan una ventaja de ocho puntos a los laboristas del primer ministro, Gordon Brown, según ese sondeo, que da a los primeros un 36 por ciento, seguidos de los laboristas con un 28 por ciento y los liberaldemócratas de Nick Clegg, en tercer lugar con un 26 por ciento.
Otro sondeo para el diario The Independent y la cadena de televisión sitúa también primeros a los conservadores con un 37 por ciento y empatados con un 28 por ciento a laboristas y liberaldemócratas.
En ninguno de los casos obtendría Cameron la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, que le habría permitido marcar la agenda sin depender del apoyo de otros partidos minoritarios como podrían ser los unionistas de Irlanda del Norte.
Una alianza táctica con los liberaldemócratas en cambio es altamente improbable, según los analistas, ya que el precio que exigirían éstos -la reforma del sistema electoral para hacerlo más representativo- sería inaceptable para los "tories".
Un resultado tal y como el que pronostican los sondeos puede terminar contentando a todos: a los tories, porque volverían al número 10 de Downing Street; a los laboristas, porque habrían logrado impedir una victoria contundente de los conservadores, y a los liberaldemócratas, porque habrían roto el tradicional bipartidismo.
El reto al que se enfrentarían los liberaldemócratas, en palabras de su líder, sería el de buscar un compromiso entre los dos mayores partidos rivales sin caer "en el mínimo común denominador" en momentos en que, debido a la crisis económica y el enorme déficit público, el país necesita una política clara y coherente.
Otra incógnita es si, una vez reconocida su eventual derrota, el hasta ahora primer ministro, Gordon Brown, querrá continuar como líder del partido o decidirá pasar el testigo a su segunda, Harriet Harman, quien encontraría a su vez oposición en algunos sectores del laborismo.
Los 50.000 colegios electorales repartidos por todo el país estarán abiertos hasta las 10 de la noche, y los primeros resultados significativos se conocerán bien entrada la madrugada.
Al cierre de los colegios tres cadenas de televisión darán a conocer encuestas a pie de urna, que en el pasado se han mostrado muy certeros, pero el recuento de las 649 circunscripciones en juego será lento y no permitirá asegurar un ganador hasta mañana viernes.
La Cámara de los Comunes británica (cámara baja del Parlamento) está formada por 650 diputados (533 ingleses, 59 escoceses, 40 galeses y 18 norirlandeses).En el Reino Unido no hay jornada de reflexión ni restricciones para hacer campaña y publicar hasta el último momento encuestas.
sondeos Las más recientes indicaron un repunte del Partido Laborista del primer ministro, Gordon Brown, que recuperó el segundo puesto como segunda fuerza en intención de voto después de varias semanas en tercera posición, por detrás de los conservadores de David Cameron y por delante de los liberal demócratas de Nick Clegg.
Estos sondeos otorgan a los tories un 35% de los votos, a los laboristas entre un 29% y un 30% y a los liberaldemócratas entre un 24 y un 26%, un reparto del que resultaría un Parlamento sin una mayoría absoluta, algo que no ocurre en este país desde 1974.
El Reino Unido tiene un sistema mayoritario simple a una sola vuelta, en el que cada una de las 650 circunscripciones uninominales la gana el candidato que logra la mayoría simple de los votos, lo que hasta ahora ha propiciado mayorías absolutas, con laboristas y tories alternándose en el poder desde la II Guerra Mundial.
La única excepción fue el Gobierno dirigido por el laborista Harold Wilson entre 1974 y 1976, que perdió una moción de confianza en el Parlamento, lo que obligó a la convocatoria de elecciones anticipadas, que mantuvieron en el poder a los laboristas hasta 1979, pero con otro primer ministro: Jim Callaghan.
Fue el resultado de lo que los británicos denominan un hung Parliament (Parlamento sin mayoría absoluta), en un escenario que anticipan las encuestas y los expertos para este 6 de mayo, sobre todo por la inesperada irrupción del Partido Liberal Demócrata, que podría tener la llave para la formación del Gobierno.
La London School of Economics (LSE) realizó una proyección sobre la composición de la Cámara de los Comunes si los últimos sondeos aciertan, con los conservadores logrando 275 escaños, los laboristas 264, los liberal demócratas 79 y otros partidos 31.
Incluyendo en esta ecuación el llamado "voto táctico" (generalmente el voto para evitar una victoria conservadora), la LSE proyectó una mayoría del laborismo, pese a ser la segunda fuerza más votada, con 286 diputados, con los conservadores en segunda posición, con 251, y los liberal demócratas, con 81.
Que el voto laborista sea más "eficaz" que el de los otros partidos tiene que ver con que en sus feudos tradicionales se imponen a los otros partidos con una diferencia menor que la de tories y liberal demócratas en sus territorios más fieles.
ventajas diferentes "Los conservadores necesitan una diferencia de entre 8 y 10 puntos para ganar con comodidad unas elecciones, mientras que los laboristas sólo necesitan una ventaja de entre 3 y 5 puntos", explicó recientemente el profesor de la LSE Patrick Dunleavy.
Así ocurrió en los comicios de 2005, ganados por Tony Blair, en los que los laboristas obtuvieron un 36% de los votos, que les dieron 355 escaños, los conservadores un 33%, con los que lograron 198 escaños, y los liberal demócratas un 23%, con 62 escaños. Se considera que la batalla se decidirá en 150 circunscripciones, en las que los conservadores tiene la opción de desbancar a los actuales representantes laboristas y liberal demócratas. Los tories tienen una tarea muy difícil por delante, porque tienen que ganar 128 circunscripciones electorales en las que perdieron en 2005 y conservar las 198 en las que se impusieron hace cinco años para alcanzar la cifra decisiva de los 326 diputados.
De conseguirlo, supondría el mayor vuelco electoral en el Reino Unido desde la II Guerra Mundial y David Cameron se convertiría, a sus 43 años, en el primer ministro más joven desde el siglo XIX.