El Partido Popular Europeo (PPE) encumbró ayer a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como candidata a repetir en ese cargo cinco años más e inició su campaña para unas elecciones europeas en las que, salvo sorpresa, seguirá como la principal fuerza del Parlamento Europeo.

Más de 40 jefes de Estado y Gobierno, de oposición, comisarios y políticos nacionales de la familia popular europea se unieron los dos últimos días en Bucarest para aunar fuerzas y coordinar mensajes de cara a esa campaña, marcada por el previsible ascenso de escaños de grupos ultraconservadores que podrían escorar la Eurocámara hacia la derecha en la próxima legislatura.

En un discurso de 25 minutos antes de que sus colegas formalizaran su nominación como cabeza de lista, Von der Leyen alertó del desafío que suponen los “populistas, nacionalistas y demagogos” para la Unión Europea “desde la extrema izquierda a la extrema derecha”.

“Los nombres pueden ser diferentes, pero su objetivo es el mismo”, afirmó Von der Leyen, en una de las pocas referencias a las alianzas que buscará el PPE tras las elecciones europeas, donde podrían tener que elegir entre mantenerse con socialistas y liberales o virar hacia los ultraconservadores y extremistas de derecha.

Esa gran incógnita quedó sin respuesta en los discursos de más de una veintena de líderes o socios de gobierno y jefes de la oposición que desfilaron ayer por el escenario del centro de conferencias Romexpo en la capital rumana.

La primera posición en escaños en la Eurocámara, así como una docena de jefes de Estado y de Gobierno populares en el Consejo Europeo que nominará al próximo presidente de la Comisión, allanan el camino de la alemana para convertirse en la cuarta dirigente de esta institución con dos mandatos a sus espaldas.

Legado y nuevas prioridades

Su campaña y previsible segundo mandato tendrá que equilibrar la defensa de su legado en la pandemia del coronavirus y las transiciones digital y verde con la llegada de nuevas prioridades de inversión en industria y defensa. Además, está la búsqueda de soluciones a los problemas de la agricultura europea y el creciente rechazo de su propia familia política y los ultraconservadores al Pacto Verde Europeo.

El presidente del PPE, el alemán Manfred Weber, que asumió el protagonismo en la oposición de los populares a las políticas verdes impulsadas por la propia Von der Leyen, pareció enterrar el hacha de guerra con varios mensajes de confianza hacia su compatriota.

Ella, a su vez, también hizo algunas cesiones –por ejemplo, en materia agrícola– para calmar los ánimos de sus compañeros de partido. “Europa estuvo en buenas manos y estará en buenas manos”, aseguró Weber junto a Von der Leyen en rueda de prensa tras el congreso.

Pacto Migratorio

El manifiesto del PPE, que Von der Leyen suscribe, aboga también por endurecer el control sobre la migración en Europa más allá del Pacto de Migración y Asilo y, en su lugar, generalizar la cooperación con “terceros países seguros” donde enviar a los demandantes de asilo que lleguen a Europa para que tramiten allí esa solicitud y se queden en dicho país. “El concepto de tercer país seguro no es nuevo”, expuso Von der Leyen, que preguntada por ello lo consideró en línea con las obligaciones legales de la UE y afirmó que persigue la idea de “proteger el valor del asilo”.

“No es aceptable que haya gente que no es elegible para el asilo que utilice a traficantes. Tenemos que ser muy claros de que aquellos que no tienen necesidad de protección no pueden venir de manera irregular”, dijo la jefa del Ejecutivo comunitario.

Von der Leyen ya ha anunciado en las redes sociales lo que será su campaña, separadas de las de su cargo como presidenta de la Comisión Europea, con las que emprenderá los próximos noventa días restantes hasta que se llegue a la noche electoral en Europa.

Socialdemócratas

Aviso a los 'populares'

La líder del grupo socialdemócrata en la Eurocámara, la socialista Iratxe García, avisó ayer al Partido Popular Europeo (PPE) y a su candidata a presidir de nuevo la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que no traten de negociar a la vez con ellos y con la extrema derecha para garantizar la estabilidad parlamentaria. “Yo no lo haría. ¿Voy a negociar con los socialistas la agenda verde y con los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que no voy a hacer nada en la agenda verde? Y el día después de ser elegida, ¿qué hago?”, se preguntó García en un desayuno con periodistas en Bruselas, aludiendo al grupo parlamentario del ECR, al que pertenece el partido ultraderechista Vox.