Ana Obregón se encuentra feliz junto a la pequeña Ana Sandra, nacida el mes de marzo a través de un vientre de alquiler y gracias a una muestra de esperma de Aless Lequio. Con este gesto, la actriz pudo hacer realidad la última voluntad de su hijo, tratándose de un nacimiento muy emotivo para ella. En estos momentos, la también modelo se ha posicionado a favor de la gestación subrogada y ha criticado las adopciones, algo que ha provocado polémica. 

Ayer, lunes 30 de octubre, Ana Obregón visitó el programa ’Col·lapse’ en TV3, para ser entrevistada por Ricard Ustrell. “Tener un hijo es lo más maravilloso del mundo”, le dijo la actriz al presentador, el cual le recordó que el tener hijos no es un derecho fundamental del individuo. Ana no pareció compartir el mismo punto de vista, por lo que consideró que el Estado debería ser el responsable de protegerlo. “¿Cómo que tener un hijo no es un derecho? No entiendo que no sea un derecho”. Aun así, realmente no lo es, porque legalmente, el Estado vela por un niño en el caso de que este se encuentre en situación de orfandad y nadie pueda hacerse cargo de él. Respecto a la intérprete, su deseo de tener descendencia no está amparado bajo la ley.

Por su parte, Ustrell trataba de explicar a la socialité que entre los derechos fundamentales figuran, por ejemplo, un trabajo digno o la vivienda, y no el tener una familia. “No tienes un derecho a, por haber nacido, tener hijos. Si tus condiciones físicas te lo permiten, puedes tener los hijos que te dé la gana. Pero no es un derecho. Derecho tienes a una vivienda”, ha aclarado el entrevistador. A continuación, este le ha planteado a Ana Obregón la posibilidad de adoptar en vez de alquilar el vientre de una mujer, a lo que esta la ha descartado de manera contundente: “No es tu sangre”.

La razón de la no adopción

En cuanto a la situación personal de la socialité, no ha querido adoptar porque, según ella, “no es un capricho”. Ana Obregón le ha dado mucha importancia al hecho de que el bebé “tenga tu sangre”, puesto que su objetivo no era convertirse en abuela, sino hacer realidad la voluntad de Aless Lequio. Es más, su hijo, en su lecho de muerte, se encargó de dejar por escrito que deseaba ser padre. Al mismo tiempo, expresó su intención de que una muestra de su esperma se empleara para traer a la pequeña al mundo.  “He conseguido un milagro absoluto, cumplir la última voluntad de mi hijo”, asegura Ana Obregón, remarcando que “tener un hijo es lo más maravilloso del mundo”.