MUCHOS de los vecinos cuyas viviendas se asoman a la estación de Matiko de la línea 3 del metro se alarmaron cuando el pasado martes cedía su testigo al miércoles. Una impresionante humareda se expandía hacia el oscuro cielo augurando una tragedia en los andenes, sobre todo cuando poco después el despliegue de camiones de bomberos, las luces de las ambulancias y la presencia de policías locales y ertzainas confirmaban el suceso.

La salida de una gran humareda a la calle hizo saltar la alarma.

Afortunadamente la sangre no llegó al río, ni a las vías del metro, aunque sí se vieron supuestas heridas abiertas y traslados en camilla de figurantes. La tensión entre los vecinos se calmó cuando se corrió la voz de que era un simulacro impulsado por Euskal Trenbide Sarea (ETS) y Euskotren para testar las actuaciones de los equipos de emergencia ante un hipotético incendio con una gran cantidad de humo saliendo por la entrada principal de la estación que imposibilitaba acceder por ella.

El operativo era totalmente desconocido por los servicios de emergencia y acudieron a la llamada del 112 convencidos de la verosimilitud del incendio. “Ha sido el conductor de uno de los trenes que estaba en la estación el que ha llamado al puesto de mando de Euskotren avisando del incendio y este a su vez al 112 comunicando que era un simulacro varias veces”, desvela un portavoz de ETS.

Un total de 30 figurantes a bordo de las dos unidades de metro implicadas, una estacionada en los andenes y otra parada en uno de los túneles adyacentes, dieron credibilidad al escenario de urgencia incluyendo también a una persona discapacitada en sillas de ruedas.

Además, el operativo tuvo que superar el obstáculo de no poder acceder por la entrada principal a la estación para evacuar a los viajeros del metro que se estaban ahogando con el supuesto humo por lo que la entrada de los equipos y la extracción al exterior de los heridos se tuvo que efectuar por las dos salidas de emergencia de las que dispone la estación construida nueva para el estreno de la línea 3 en 2017.

Varios de los anónimos protagonistas les había dado tiempo a salir del convoy, pero como consecuencia del humo y su inhalación habían perdido el conocimiento y los bomberos se los encontraron tirados en andenes o escaleras de acceso a la calle.

Bomberos y triaje

Mientras varios equipos de bomberos alcanzaban el interior de la estación para ir sacando a los viajeros, algunos por su propio pie y otros en camilla, los servicios sanitarios montaban un hospital de campaña en el exterior de la estación para llevar a cabo la atención inicial de los supuestos heridos en un triaje que ha determinado la gravedad de su estado y posterior atención médica.

Cuatro de los afectados estaban en estado crítico, el cual requirió su posterior traslado en ambulancia que se ejecutó como si fuera de un caso real. Los efectivos policiales también actuaron en base al protocolo que se tiene elaborado para estos casos ayudando en lo posible al resto de servicios de emergencia y manteniendo la zona ausente de curiosos.

Mientras todo el operativo de auxilio se desarrollaba entre las 23.30 horas del martes y las 1.30 horas del miércoles, alrededor de una treintena de observadores pertenecientes a los diferentes agentes implicados en el simulacro de incendio pululaban por la estación tomando notas y observando como sus compañeros actuaban en la situación de emergencia. Efectivos de Cruz Roja, la dirección de Atención de Emergencias del Gobierno vasco y sanitarios de Osakidetza fueron escrutados en su actuación encontrando algunas carencias.

Fuentes de ETS indicaron como “estos simulacros que realizamos en diferentes estaciones de forma habitual tienen como objetivo precisamente detectar los fallos posibles en la intervención para subsanarlos y en caso de que ocurra un caso real similar de incendio actuar con más diligencia”. En principio, una valoración a vuelapluma arrojó satisfacción entre los organizadores del simulacro a la espera de analizar sosegadamente todas las conclusiones extraídas y ponerlas en común en una próxima reunión.