Actualmente existe un gran consenso social sobre la importancia de la atención primaria como pilar fundamental del sistema general de salud. Fue, sin embargo, una compañía privada como IMQ la que, desde su propia constitución en 1934, cuando no existía aún la Seguridad Social, convirtió de forma pionera la medicina de familia en el puntal diferencial de su modelo de asistencia.

Durante sus 90 años de andadura, esta figura ha demostrado su eficacia en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento integral de los pacientes gracias a su acompañamiento y apoyo a lo largo de la vida, su accesibilidad y cercanía. Puerta de entrada al sistema, su labor de orientación, coordinación y derivación hacia las diversas especialidades y servicios, hace que la atención primaria siga siendo en IMQ un signo de identidad y de diferenciación de esta compañía respecto al resto de las del sector y una figura tan imprescindible como en la medicina pública. Un sistema de cuidado de la salud basado en la humanidad, la atención cercana y personal que sigue demostrando su bondad y efectividad.