Según la Organización Mundial de la Salud, una droga es toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y además es susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.

Dentro del gran abanico de productos que cumplen estas características se encuentran las drogas estimulantes, que representan un grupo de sustancias que estimulan la actividad del sistema nervioso central, bloqueando la inhibición del mismo o excitando las neuronas directamente.

Con independencia de la legalidad de las mismas, se consideran ejemplos de drogas estimulantes las anfetaminas, la cocaína, la cafeína y nicotina, entre otras.

La cocaína es una droga estimulante y adictiva elaborada con las hojas de la planta de coca, originaria de América del Sur y aunque ha tenido aplicabilidad médica como anestésico local, su empleo como tal se abandonó por su inducción a la toxicomanía.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, Bienestar Social y Consumo, en 2020, un 2,5% de la población de entre 14 y 65 años reconocía haber consumido esta droga.

Los efectos a corto plazo del consumo de cocaína incluyen: energía y felicidad extremas, hiperactividad mental, hipersensibilidad sensorial, irritabilidad, paranoia (desconfianza extrema e injustificada de los demás)

Sobre la salud general, presenta los siguientes efectos: dilatación de las pupilas, sudoración, náuseas, aumento de la temperatura corporal y la presión arterial, aceleración o irregularidad del ritmo cardíaco, temblores y espasmos musculares, inquietud o desasosiego, necrosis de la pared nasal, infarto de miocardio, infarto cerebral, hemorragia cerebral y pulmonar, fatiga, astenia, trastornos del sueño, depresión, etc.

Dientes afectados. CODBI

Odontológicamente, las principales repercusiones de su consumo son:

  • Entumecimiento de labios y lengua.
  • Bruxismo caracterizado por un rechinamiento incontrolado que favorece el deterioro de los dientes, de las restauraciones que puedan presentar e incluso fracturas dentarias.
  • Xerostomía (boca seca), con una mayor predisposición a la caries y la enfermedad periodontal por pérdida del efecto protector de la saliva.
  • Puede llegar a producirse una perforación del paladar como resultado de la necrosis por la isquemia asociada a la vasoconstricción.
  • Lesiones en la encía cuando el paciente tiene el hábito de frotar en ellas.

Debe evitarse la administración de un anestésico que contenga adrenalina hasta pasadas seis horas de la última toma de cocaína para evitar posibles complicaciones cardiovasculares.

Los efectos secundarios son tan numerosos e importantes que la medida más relevante es evitar su consumo y por analogía a los tiempos que vivimos mantener una distancia de seguridad “lejos de la raya”.

Por último, destacar el papel de la odontología en la identificación de las adicciones a este tipo de sustancias a partir de la sintomatología que presenta el paciente a nivel de cavidad oral, así como las alteraciones que se observen en su comportamiento. Un diagnóstico temprano siempre redunda en una mejora en el pronóstico de la patología.