En las últimas décadas se ha producido un incremento en la prevalencia de la miopía en todo el planeta. Se prevé que afectará a 4.800 millones de personas en 2050, lo que significa que la mitad de la población mundial tendrá miopía, convirtiéndola en una de las causas principales de pérdida de calidad de visión en todo el mundo por los riesgos asociados que conlleva en caso de convertirse en miopía magna o patológica.
Por ello, controlar nuestra visión acudiendo regularmente a los profesionales de la visión como los ópticos-optometristas, así como adoptar soluciones, tanto preventivas como compensatorias, es cuidar activamente y a largo plazo, de uno de nuestros sentidos más valiosos.
¿Qué es la miopía?
La miopía es un trastorno que produce una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos. La causa más frecuente de la miopía se debe a tener una longitud del globo ocular mayor de lo normal. Debido a ello, los rayos de luz que pasan por el ojo se enfocan por delante de la retina, percibiéndose las imágenes borrosas.
Los rayos de luz que pasan por el ojo se enfocan por delante de la retina, percibiéndose las imágenes borrosas.
Pero, ¿qué a que se debe el aumento de la miopía a nivel global? Se ha evidenciado que hay factores conductuales y genéticos que contribuyen a la "pandemia" de miopía. Según estudios recientes, uno de cada dos niños tiene miopía cuando ambos progenitores son miopes; uno de cada tres, cuando solo uno de los padres tiene miopía; y uno de cada cuatro niños tendrá miopía aún cuando ninguno de sus padres tenga este trastorno de la visión.
Por otro lado, el mayor nivel educativo que conlleva prolongadas tareas para las que se utiliza la vista de cerca, como estudiar y el mayor tiempo de uso de dispositivos móviles, el menor tiempo al aire libre, así como los niveles de iluminación deficientes, también son factores de riesgo que pueden contribuir a la aparición y/o aumento de la miopía.
Nuestros estilos de vida pueden causar que la miopía progrese rápidamente y que cada vez haya más personas miopes, con el consiguiente aumento de la dependencia de gafas y/o lentes de contacto.
En consecuencia, es importante gestionar la miopía lo antes posible para intentar evitar que las dioptrías sigan subiendo y que, por otro lado, contribuya a reducir riesgos de cara a otras patologías oculares asociadas a altos valores dióptricos.
Control de miopía
El control de la miopía debe empezar desde la infancia. En la actualidad, la miopía afecta aproximadamente al 30% de la población mundial, siendo el error refractivo más común en adolescentes y adultos jóvenes a nivel global, en ciertos países llega a afectar al 90% de los jóvenes.
De ahí la importancia de que los niños y adolescentes con miopía u otros defectos refractivos acudan a una revisión visual al menos una vez al año, incluso en aquellos casos de miopía severa(>6D)o que empeora rápidamente (aumentos mayores de 0,5 dp/año, principalmente durante el primer año del diagnóstico), es necesario aumentar la frecuencia.
La miopía se mide en dioptrías (dp): se consideran miopías leves entre el 0,5 - 1,5 dp; moderadas entre 1,5- 6 dp; y altas por encima de 6 dp.
La detección precoz juega un papel transcendental, de ahí que, cuanto antes se inicie el tratamiento de control de miopía aumentamos las posibilidades de un menor crecimiento de la misma.
La figura del óptico-optometrista
El óptico- optometrista es un profesional sanitario perfectamente capacitado para llevar a cabo las revisiones visuales pertinentes, haciendo hincapié en que la refracción solo es una parte de las funciones profesionales que lleva dicho profesional. Únicamente con la refracción no se puede valorar ni la salud (cribaje patológico) ni la funcionalidad del sistema visual, que es la verdadera función del óptico-optometrista.
Existen muchísimas más pruebas que aportan validez e influyen a la hora de modificar o no la refracción final y únicamente son realizables por un profesional de manera presencial. De ahí que en el ejercicio de la profesión de óptico- optometrista, de acuerdo a la legalidad, su código deontológico y una adecuada praxis, no es viable la actualmente denominada “teleoptometría” en la que un profesional gradúe a través de un dispositivo electrónico de forma remota.
En el ejercicio de la profesión de óptico- optometrista, de acuerdo a la legalidad, su código deontológico y una adecuada praxis, no es viable la actualmente denominada “teleoptometría”
La cuestión es que se excluye de la valoración el sistema visual en conjunto para centrarse en una ínfima parte del extenso y completo examen optométrico que estos profesionales llevan a cabo, no siendo aptos para sustituir la consulta presencial, presentando en la actualidad limitaciones clínicas y jurídicas de gran relevancia.
REFERENCIAS
Métodos ópticos para controlar la miopía
Los ópticos-optometristas tienen la capacidad y los medios para controlar y revisar la progresión de la miopía en pacientes. A través de exámenes visuales regulares y el uso de técnicas específicas, pueden evaluar y seguir la evolución de la miopía en una persona, recomendando estrategias o tratamientos para manejar su avance. Además de los métodos ópticos existe otro método realizado por los médicos oftalmólogos, basado en la instilación diaria de un colirio con atropina como principio activo, terapia que puede ser combinada con los anteriores.
Gafas con lentes oftálmicas
Ya está disponible una nueva generación de lentes oftálmicas que ayudan a ralentizar el aumento de la miopía durante la infancia y la adolescencia. El uso de gafas para el tratamiento de la miopía es un método no invasivo y seguro.
Lentes de contacto
Las lentillas de desenfoque miópico periférico están disponibles en formato diarias, mensuales y trimestrales. Están diseñadas para uso habitual como cualquier otra lente de contacto desechable, con la ventaja de que producen el efecto de ralentizar el crecimiento de la miopía. No existe una indicación específica por edad, pero las lentes de contacto en menores de 10-12 años suelen necesitar la colaboración de los padres para su manipulación.
Ortoqueratología - Orto-K
Las lentes de contacto de orto-k se usan durante el sueño y se retiran por la mañana. El efecto compensador temporal producido es lo suficientemente bueno como para que no se necesiten lentes correctivas durante el resto del día. Múltiples estudios han mostrado su eficacia y seguridad a largo plazo.
