El secretario del Área Institucional y Grandes Ciudades del PSOE, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, cargó ayer lunes contra el presidente de Castilla La Mancha, el socialista Emiliano García Page, por sus críticas a la ley de amnistía, acusándole de buscar el “aplauso fácil” de ciertos sectores de la sociedad y considera que sus posiciones son “marginales” y están en “minoría absoluta” dentro del PSOE. El también vicepresidente del Congreso le ha echado en cara a Page desde la sede de Ferraz que no haya emitido ni una sola crítica al Partido Popular, después de conceder una entrevista al diario El Mundo en la que afirmó que la amnistía “pone de rodillas a la Constitución”.

Gómez de Celis afirmó que respeta las críticas de Page y le expresó su consideración y estima, pero a continuación indicó que preferiría que realizase esas críticas en los foros internos del partido porque “lo hace poco”. “Su participación, por ejemplo, en los comités federales es hablar en la puerta y después callarse dentro, es lo habitual”, lanzó. A su juicio, Page emite estas críticas para buscar “el aplauso fácil de aquellos sectores que sabe que si dices determinadas cosas pues tienes su consideración”, recalcó. En todo caso, subraya que a su entender los planteamientos que hace Page en contra de la amnistía y de los pactos con las formaciones independentistas son “muy marginales” dentro del PSOE. En este sentido remarcó que en la dirección hay “unanimidad” en defensa de la ley y en el Comité Federal, la máxima autoridad del partido entre congresos, también se vio una mayoría abrumadora a la amnistía y a todos los pasos que ha ido dando el partido sobre Catalunya. Además, añadió que todos los secretarios provinciales del PSOE “incluidos los de Castilla La Mancha”, comunidad que lidera Page, mantienen el apoyo a la ley.

Finalmente, aseveró que echa de menos alguna crítica al PP y le afeó que ni siquiera lo hiciera respecto a la renovación del CGPJ o al voto en contra de los populares al techo de gasto en el Senado, que según los cálculos del PSOE hace que su gobierno autonómico reciba 54 millones de euros menos. Page mantiene que “creer que es posible mejorar la convivencia en Catalunya a costa de empeorarla en España es una quimera” y sostiene que habría que “intentar forjar acuerdos entre las dos grandes formaciones, PSOE y PP”. Preguntado por su relación con la dirección socialista de Ferraz, el presidente de Castilla-La Mancha refiere que no asume “esa teoría falaz de que cuando uno empieza a gobernar tiene todo el derecho del mundo a cambiar de opinión, como si encima fuera de grandes estadistas asumir esa bobada”.