El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha participado esta mañana enTurtzioz en un acto donde se ha plantado un retoño del Árbol de Gernika, en el jardín de la Casa-Palacio La Puente. Recientemente adquirido por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, la casa-palacio concentra la simbología ligada al exilio forzado por la Guerra Civil a la que se vio abocada la población y el propio Gobierno del lehendakari Agirre, en el verano de 1937.

Tras la caída de Bilbao en manos de los sublevados, el 19 de junio, Agirre presidió la última reunión en Euskadi del Gobierno vasco, lo hizo en el Palacio La Puente, fue el 30 de junio del 37. En aquella sesión se redactó el ‘Manifiesto de Trucios’ con el que el lehendakari Agirre quiso enviar un mensaje al mundo: “El territorio habrá sido conquistado pero el alma del pueblo vasco no, no lo será jamás”.

Urkullu, en su intervención, en un acto sencillo pero cargado de simbolismo ligado al lugar y al Árbol de Gernika, se ha referido a los tiempos convulsos que vivimos a nivel mundial y ha señalado la preocupación que generan las guerras, los conflictos, los totalitarismos y el populismo.

Ante esa realidad, el lehendakari ha reiterado el compromiso “con la libertad, la democracia, y la justicia social”. “Creemos en un mundo más justo, más humano, y para ello trabajamos a diario” ha añadido.

Se trata, en palabras del lehendakari, de un compromiso “por una Euskadi en paz y libertad, ambiciosa y con un lugar destacado en el índice de desarrollo humano, con una lengua y una cultura propias, una Euskadi abierta, de vocación y espíritu universal”.

Y se ha referido a la reciente compra de la Casa-Palacio La Puente, “patrimonio de Euskadi” y ha añadido que “va a formar parte de la Red de Espacios de la Memoria de Euskadi”.

A su vez, ha destacado el simbolismo del lugar “una comarca que fue el último bastión de resistencia al fascismo y a la barbarie; símbolo del drama y la angustia que representó el éxodo de la población civil ante el avance y la crueldad de las tropas franquistas; símbolo de unas instituciones democráticas, un Gobierno vasco y un Lehendakari que, desde aquí lanzaron al mundo un mensaje histórico”.

Ha recordado, las palabras del lehendakari Agirre, en aquel verano de 1937, recogidas en el 'Manifiesto de Trucios', “todo un ejemplo de dignidad, valores y firmeza democrática, un ejemplo que ha guiado y debe seguir guiando a nuestro pueblo”.

De la misma manera en la que Agirre proclamara en el 'Manifiesto de Trucios' que "el pueblo vasco mira el futuro con ilusión" en unas circunstancias dramáticas, Iñigo Urkullu ha dicho “miremos también nosotros el futuro con ilusión, con la ilusión que nace del compromiso con la paz, la libertad, y con los principios y valores éticos y democráticos”.

A su llegada el lehendakari ha sido recibido por Nerea Melgosa, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Ana Otadui, presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, José Manuel Coterón, alcalde de Turtzioz, y Martín Pérez Garmendia, presidente de la Mancomunidad de Municipios de las Encartaciones.

El acto ha comenzado con la intervención de la consejera Nerea Melgosa. En ella se ha referido a la compra de la Casa-Palacio “porque se presentó la oportunidad de hacerlo, por el especial simbolismo y por el compromiso con la comarca”.

La consejera ha informado de que se está trabajando para definir los usos del espacio, pero “es un espacio llamado a formar parte de la Red de Espacios de la Memoria de Euskadi”. La historia será uno de los ejes del Palacio, como última sede del Gobierno vasco en territorio de Euskadi, el 'Manifiesto de Trucios', el camino hacia el exilio de miles y miles de familias vascas “historia viva, memoria democrática”. En este sentido, a la Casa-Palacio se le suma el Itinerario de la Memoria de Turtzioz que el Instituto Gogora diseñó y señalizó en el entorno urbano de la localidad, el pasado año.

Nerea Melgosa ha subrayado, a su vez, que será un “activo para la comarca” que conecte con “el patrimonio de las Encartaciones, con su identidad y su ecosistema y pueda contribuir a su fortalecimiento”. Pero sobre todo, será “espacio de memoria, vivo y dinámico”, “un espacio abierto que pretendemos recuperar para el uso y disfrute de todos y todas”.

La presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, por su parte, ha dicho: “el 7 de octubre de 1936, el lehendakari Aguirre comenzó así su discurso en la Casa de Juntas de Gernika: En primer lugar, quiero rendir homenaje a esta histórica Casa de Juntas que es la casa de la Justicia y la Libertad. Ante el Árbol de Gernika, como manda la tradición. A mí me gustaría que, a través de este acto de plantación de hoy, se reconociera una vez más a nuestro primer Lehendakari, José Antonio Agirre Lekube. Él defendió y ejerció mejor que nadie las libertades y derechos que inspira nuestro querido árbol”.

Al finalizar su intervención, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia ha entregado al lehendakari el certificado de autenticidad del retoño.

El alcalde José Manuel Coterón ha subrayado cómo el municipio ha sabido conservar la memoria de aquel primer Gobierno Vasco, del exilio forzado que supuso para la población y las batallas que se libraron en los montes del entorno: “Los montes que rodean a nuestro pueblo conservan las heridas de las últimas batallas en forma de trincheras. En Trucios, mantenemos viva, por tanto, la memoria democrática de aquel Gobierno y el compromiso de no repetición de una guerra cruel. Recuperar el Palacio La Puente como patrimonio público, nos permite, como vecinos, seguir comprometidos con la transmisión de los valores de la democracia y la libertad”.

Tras tomar la palabra, se han acercado a la parcela donde se ha procedido a plantar el retoño del Árbol de Gernika, mientras sonaba ‘Gernikako Arbola’, que ha concluido con el aurresku de honor. Al pie del árbol una placa recuerda: ‘en memoria del Primer Gobierno vasco y de toda la ciudadanía que se vio obligada a abandonar Euskadi pero que nunca perdió el alma vasca’.

El acto ha contado con la asistencia de José Antonio Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno Vasco y Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora; así como de Julen Arzuaga, Ion Gambra y Amaia Agirre, miembros del Consejo de Dirección de Gogora; Ager Izagirre, diputado foral de Administración Pública y los junteros Rakel Goñi, Aitor Llano y Bea Ilardia; Raquel Larruskain, Angela Eguia y Belen Fernández, alcaldesas de Galdames, Gordexola y Lanestosa respectivamente, el alcalde de Balmaseda, Alfonso San Vicente, el teniente alcalde de Zalla, Joseba Zorrilla, y la corporación municipal de Turtzioz al completo.