Ex número dos de Vox despachado de una patada de su jefe a la irrelevancia como portavoz de la formación ultra en el ayuntamiento de Madrid: Como si acaso necesitáramos más ejemplos de su bajísima catadura moral, el otro día lo vimos arremeter contra un edil de Más Madrid e impulsar de un golpe violento con su carpeta una botella de agua contra él. Como la primera imagen de su embestida resultaba confusa, tuvo los santos bemoles de negar su acción y de denunciar una manipulación para acusarle. Luego vimos más imágenes desde otros ángulos en las que quedaba retratado como agresor y, para colmo, como mentiroso. Hasta el alcalde Martínez Almeida le ha exigido la dimisión, algo que no entra sus planes. Gracias a un reglamento permisivo seguirá toda la legislatura comportándose como un matón.