No sé qué tiene febrero. Pero siempre ha sido importante en la Historia de España. En la Transición, se denominó Espíritu de Febrero al amago de apertura del gobierno de Arias Navarro tras el fallecimiento del dictador, intento aperturista del búnker que terminó en cerrojazo esa misma primavera ante la Revolución de los Claveles de Portugal en abril, ese mes también mágico para cualquier persona amante de la libertad y la democracia Y ese espíritu de cercenamiento de la libertad parece que también se quiso materializar en otro febrero, el 23-F de 1981, cuando otros nostálgicos del orden bajo la espada secuestraron durante apenas 24 horas la voluntad democrática de la sociedad española. Pero ese mismo mes, en concreto el 11 de febrero de 1873 es un feliz aniversario. Es el aniversario de la primera República Española. Ese intento de democracia plena y de vuelta a las relaciones federales que existieron entre los diferentes territorios que hoy conforman España, un intento serio y profundo de libertad y de federalismo que, cómo no, se encargaron de cercenar aquellos que se dedican a decidir por los demás a la fuerza, en este caso, el general Pavía, como posteriormente en la segunda República se encargaron otros de volver hacerlo, pero esta vez a costa de una guerra civil, otra más.

Pero el espíritu de febrero de 1873 permanece. Los ideales republicanos y federales persisten, y si hoy el ruido politiquero y mediático no nos deja oír, si nos fijamos, se sigue oyendo el fluir del cauce de un río que, pese a la sequía, no se ha secado y sigue fluyendo, quizás hacia otra primavera, quizás hacia otro abril, y esta vez sí, que ese espíritu de febrero no nos lo quiten. 

Abogado