La noticia de que Traperos de Emaús abren nuevas tiendas en Hernani y Rentería, me causó cierto estupor como también inquietud por las tres familias de Hernani con niños, que viven del comercio de segunda mano, con ayuda pública cero desde el minuto uno. Siendo que la Fundación Emaús recibe dinero público y a su vez tienen una gran tienda a 15 minutos de Hernani en Belartza y otra en Amara Zaharra en Donostia, pienso que en sus nuevos proyectos de expansión tiene que realizar un estudio previo de evitar entrar en competencia de mercado con empresas privadas del gremio. Así, no es justo que al establecerse en esa localidad sin ninguna necesidad, aboquen a un posible cierre de su único modo de vida a esas familias, con el consiguiente nuevo gasto público por pago de prestaciones de desempleo a quienes hoy con muchas apreturas mantienen su puesto de trabajo y gastos de sus hijos.