Dinero mejor invertido

Ahora que la importancia de la salud mental está tan en boga, ¿qué tal si dejamos de dar por buenas las actitudes que la atacan? De nada sirve que nos llenemos la boca si luego relativizamos cosas como la ocurrida en Masterchef, programa de la televisión pública en el que una concursante escuchó “Le has quitado la oportunidad a gente” y acusaciones de falta de respeto a sus compañeros por querer abandonar argumentando no sentirse bien. Quizá sea el momento de darle una vuelta al show, no todo vale con el argumento de “Ya saben a lo que van” y, francamente, no quiero que mis impuestos financien eso.

Es posible

Otro Masterchef es posible. Para muestra, la edición australiana. La actitud de jueces y concursantes con un concursante que abandonó le da vuelta y media a los Samantha, Pepe y Jordi Cruz (el malo) de turno. Le reconocieron la valentía de tomar esa decisión, lamentaron el vacío que dejaría su marcha, le aseguraron que sólo querían que fuera feliz y se fundieron en un abrazo. Vamos, igualito. No cuesta tanto mostrar empatía con alguien que está sufriendo y aprovechar el abultado presupuesto para hacer un programa que de verdad enseñe a cocinar y fomente otros valores. Pero claro, no vende tanto.

Menos por más

Desde la pandemia, nos hemos familiarizado con el término reduflacción. Básicamente, pagar lo mismo que antes (o, incluso, un poco más) por menos cantidad de producto. Práctica extendida en las grandes superficies comerciales, va directamente contra los derechos de los consumidores. En Francia le han declarado la guerra, con un proyecto de ley que, de aprobarse, obligará a los supermercados a instalar carteles donde digan claramente qué productos han visto reducidas sus cantidades recientemente. Golpe a una práctica perversa, como tantas otras que se han justificado con el covid y que seguimos sufriendo.

Manda foto del DNI por WhatsApp”

Hablando de derechos de los consumidores, otra práctica habitual que puede (y debe) tener las horas contadas es la de enviar foto del DNI por WhatsApp a la hora de tramitar la reserva de un alojamiento vacacional. La Agencia Española de Protección de Datos quiere ponerse seria con este asunto y contempla multas de hasta 300.000 euros. Siempre que nos lo pidan, debemos preguntar qué datos necesitan y si de verdad es necesario que lo hagan, porque de esta manera almacenan más información de la que deben. Y poca broma con esto, porque hablamos de proteger nuestra identidad y evitar, en casos extremos, que nos la suplanten.

Entre dos

Imagínese cómo afrontan la reduflacción quienes tienen sueldos precarios o no tienen trabajo fijo. Sergio Delgado escribe en El Blog Salmón sobre el momento nada sencillo que vivimos los jóvenes, con la dificultad para acceder a una vivienda, la precariedad laboral y la elevada inflación. “La Generación Z bate otro récord: es a la que más le preocupa el dinero que gana su pareja”. Los nacidos entre 1990 y el inicio de los 2000 damos más valor a la compatibilidad financiera y no es para menos, con una vida pensada y preparada para ser vivida en pareja pero en la que, cada vez más, no alcanza con dos sueldos.