Nos adentramos en el bullicioso corazón de Bilbao, donde el Mercado de la Ribera, testigo del devenir histórico de la ciudad, aguarda para cautivarnos con su encanto. Desde tiempos remotos, este mercado ha sido el epicentro de la vida comercial y social de la urbe, convirtiéndose en un símbolo de su identidad y tradición gastronómica.

Construido a orillas del río Nervión, el Mercado de la Ribera se erige como uno de los más antiguos de Europa, con una historia que se remonta al siglo XIV. Desde sus humildes inicios como un simple mercado al aire libre, ha experimentado múltiples transformaciones a lo largo de los siglos, adaptándose a las necesidades de una ciudad en constante evolución.

Historia y crecimiento

Durante el siglo XIX, con el auge industrial de Bilbao, el mercado vivió una época dorada, expandiéndose y consolidándose como el principal centro de abastecimiento de la región. Sin embargo, el devenir del siglo XX no fue tan benevolente, y el mercado sufrió los estragos de la Guerra Civil Española y la posterior crisis económica

No obstante, como el Ave Fénix, el Mercado de la Ribera renació de sus cenizas gracias a un ambicioso proyecto de rehabilitación en la década de 1990. Las reformas llevaron a la construcción de un nuevo edificio que combinaba arquitectura moderna con elementos tradicionales, dotando al mercado de una imagen renovada y atrayendo a una nueva generación de visitantes.

La imagen de la venta de los capones en 1912 era diferente a la de hoy. DEIA

Sin embargo, el Mercado de la Ribera no se detuvo en el pasado, pues en la década de 2010, experimentó una nueva renovación significativa que lo transformó en un moderno y vibrante centro gastronómico. La renovación incluyó la creación de la Plaza de la Ribera, un espacio abierto que alberga una variada selección de bares de pintxos y restaurantes, donde los visitantes pueden disfrutar de la cocina vasca tradicional junto con propuestas culinarias innovadoras.

Hoy en día, el mercado es mucho más que un lugar de compras; es un punto de encuentro multicultural donde se fusionan los aromas, sabores y colores de la gastronomía vasca. Sus tres plantas albergan una impresionante variedad de puestos, desde pescaderías que exhiben la frescura del mar Cantábrico hasta charcuterías que despiertan el apetito con sus embutidos artesanales.

Mercado de la Ribera, la ría y Casco Viejo de Bilbao en 2002. Zigor Alkorta

Ruta por su interior

Al adentrarnos en el mercado, es imposible no impresionarse por la diversidad de productos frescos y locales que se exhiben en los puestos. Desde pescados y mariscos capturados en el Golfo de Bizkaia hasta frutas y verduras cultivadas en los campos cercanos, y es que el Mercado de la Ribera ofrece una experiencia sensorial única

Un puesto de venta de frutas en el Mercado de la Ribera. Pablo Viñas

Una de las paradas obligatorias en nuestro recorrido es la sección de pintxos del mercado. Aquí, es posible encontrar una amplia variedad de pequeñas delicias culinarias, desde clásicos como la tortilla de patata y la gilda, hasta creaciones más elaboradas que reflejan la creatividad de los chefs locales. Es tentador deleitarse con una selección de pintxos acompañados de txakoli, el vino blanco típico de la región, mientras disfrutamos del bullicio y la energía del mercado.

Después de saborear algunos pintxos, explorar la planta superior del mercado parece una buena idea, pues podemos encontrar una gran variedad de productos gourmet y artesanías locales. Desde quesos y embutidos hasta miel y conservas, hay productos para todos los gustos. Recomendamos detenerse en varios puestos para degustar muestras y admirar la artesanía detrás de cada producto. 

Un puesto de venta de pescados y mariscos en el Mercado de la Ribera. Oskar Martinez

Antes de concluir nuestra visita, es casi obligatorio detenerse en el área de restauración del mercado para disfrutar de una comida completa. Con tantas opciones tentadoras, nos resulta difícil decidir qué probar, pero dejamos como recomendación optar por un plato de mariscos frescos y una paella preparada en el momento. Así, cualquiera disfruta de la comida mientras observa el ir y venir de los lugareños y turistas, todos gozando de la experiencia gastronómica única que ofrece el Mercado de la Ribera.

Con el estómago lleno y el corazón contento, nos despedimos del Mercado de la Ribera con la promesa de regresar pronto. Una visita que deja recuerdos inolvidables y un profundo aprecio por la rica cultura gastronómica de Bilbao. Sin duda, el Mercado de la Ribera seguirá siendo un destino imprescindible para los amantes de la buena comida y la aventura culinaria, y más aún para todo aquel que desee conocer el alma gastronómica de Bilbao.

Actividades culturales

El Mercado de la Ribera no es únicamente un epicentro de actividad gastronómica, sino también cultural, pues este alberga numerosos eventos culturales como exposiciones de arte local, conciertos de música en vivo, ferias e incluso grabaciones de producciones audiovisuales. Lo que brinda una experiencia enriquecedora tanto para los lugareños como para los turistas que exploran la rica identidad de la región vasca. 


Reportaje en el Mercado de La Ribera con periodistas extranjeros que vinieron al 50 Best. Oskar Gonzalez