El Ejército israelí siguió ayer los ataques en Gaza, mientras aumentan las críticas y escepticismo en Israel a la estrategia de presión militar de Benjamín Netanyahu, que busca mantener la guerra hasta “la victoria total” contra Hamás.

Así lo dijo el jueves el primer ministro israelí en una rueda de prensa donde reiteró que la fuerza militar en Gaza es la única vía posible para acabar con Hamás, garantizar la seguridad de Israel y lograr la liberación de los rehenes, mientras sus familias piden un acuerdo para liberar los cautivos y las críticas a la actual estrategia del Gobierno van surgiendo entre miembros del mismo Gabinete de Guerra.

Gadi Eisenkot, exjefe de Estado Mayor del Ejército y ahora uno de los ministros del Gabinete de Guerra de Israel, desafió abiertamente a Benjamín Netanyahu en una entrevista retransmitida en la noche del jueves por el Canal 12. Según aseguró, “quién habla de una derrota absoluta contra Hamás no está diciendo la verdad”.

“No debemos contar historias. Hoy, la situación en Gaza es tal que los objetivos de la guerra aún no se han logrado”, afirmó Eisenkot, que en diciembre perdió a un hijo y un sobrino que combatían como soldados en Gaza, donde han muerto 194 militares desde el inicio de la invasión terrestre israelí el 27 de octubre en el enclave.

CERCA DE 25.000 MUERTOS

Mientras, el total de palestinos muertos en Gaza se acerca a los 25.000 -más de 170 en las últimas horas- mientras la destrucción se sigue generalizando por los ataques israelíes . A su vez, los combates se parecen enquistar en el área sur, en la zona de Jan Yunis, donde el Ejército sigue con operaciones mientras busca avanzar en dirección meridional sin acabar con la resistencia de las milicias palestinas. Estas también siguen activas en la zona norte, donde Israel anunció hace poco que desmanteló por completo la infraestructura militar de Hamás, pero sus miembros siguen actuando.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indicó además que en los últimos meses casi 20.000 bebés nacieron en el “infierno de Gaza”, bajo condiciones que “van más allá de lo imaginable”.

Entre tanto, la Franja de Gaza lleva más de una semana en medio de un apagón de telecomunicaciones y servicios de Internet en lo que se trata del mayor corte regular del acceso desde el comienzo de la guerra.

La página NetBlocks, especializada en el seguimiento del acceso a la red en zonas de conflicto, indicó que “las mediciones en directo reflejan que el apagón dura ya 168 horas” y es “la interrupción más larga desde el comienzo de la guerra” en una situación que “continúa dificultando enormemente la visibilidad de la situación sobre el terreno”.

Críticas a Netanyahu

Netanyahu, que no asumió culpas por no anticipar el ataque de Hamás que el 7 de octubre se saldó con 1.200 muertos y más de 240 rehenes, promete erradicar a Hamás y desmilitarizar la Franja como meta de guerra, y el jueves argumentó de nuevo que una tregua solo enviaría “un mensaje de debilidad” de Israel a sus enemigos.

Sin embargo, la confianza de la opinión pública israelí ante los cometidos declarados del Gobierno parece menguar, y eso se transmite también entre analistas y medios que van cuestionando cada vez más el discurso del primer ministro ante la acción militar en Gaza.

Las autoridades reiteran que la ofensiva seguirá en 2024, aunque el Ejército desmoviliza a reservistas y dice entrar en otra fase de la guerra de menor intensidad, pese a que asegura que los ciudadanos que vuelven a casa serán llamados a filas para operaciones futuras.

Ante todo, preguntado sobre si el Ejecutivo dice la verdad a la población, Eisenkot afirmó ante la televisión que no lo cree. “Hay que mostrar liderazgo en la capacidad de decir la verdad a la gente, en la capacidad de trazar un camino”, declaró el exjefe del Ejército, que pareció criticar también el hecho de que Netanyahu no ofrezca una idea clara sobre cuál es su plan de posguerra en Gaza. “Hay que pensar en lo que sigue”, agregó Eisenkot.

También instó a la celebración de elecciones pronto para que se forme un gobierno con apoyo de la población para trazar líneas ante una escalada que también se traduce en un exponencial aumento de la violencia en Cisjordania ocupada y fuego cruzado a diario con Hizbulá en la zona fronteriza entre Israel y Líbano. “Es necesario, dentro de un período de meses, que el electorado israelí vuelva a las urnas y se celebren nuevos comicios para que se renueve la confianza” entre los israelíes, “porque en este momento no la hay”, dijo Eisenkot, contradiciendo la postura de Netanyahu, que por ahora descartó la opción de ir a elecciones ante la guerra.

Eisnekot se unió con su partido, el centrista Unidad Nacional, a la coalición de Netanyahu en modo de emergencia y muestra unitaria tras el estallido de la guerra, y antes era miembro de la oposición. Mientras el primer ministro defiende que la única forma de liberar a los más de cien rehenes vivos aún cautivos es a través del ejercicio de presión militar, Eisenkot defendió que la única manera es un pacto con Hamás.

Hasta ahora, el grupo islamista dice que solo los soltará si acaban los ataques e Israel libera a los miles de presos palestinos en cárceles israelíes. Al mismo tiempo, la paciencia de los parientes de los rehenes con Netanyahu se va acaba, y anoche cortaron una carretera en Tel Aviv para pedir un acuerdo para su liberación.