El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha advertido este jueves de que la situación en la central nuclear de Zaporiyia es "grave", si bien se ha "estabilizado" en los últimos días tras la destrucción de la presa de Nueva Kajovka, en la región de Jersón.

"Por un lado, la situación es grave, hay consecuencias y son reales. Por otro lado, se han tomado una serie de medidas para estabilizar la situación", ha reconocido Grossi ante la agencia rusa de noticias Interfax a su salida de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania pero controlada por Rusia.

Asimismo, el director general del OIEA ha apuntado que las reservas de agua en el estanque de enfriamiento de la central nuclear son actualmente suficientes para el trabajo seguro de las instalaciones, con lo que ha incidido en que, por el momento, no es necesario tomar medidas adicionales.

Por otro lado, Grossi ha incidido en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas formuló un acuerdo político para garantizar la seguridad en la central, si bien ha reconocido que "sería poco realista" pensar que se pueda alcanzar un pacto, pues "no hay negociaciones de paz o de alto el fuego entre las partes".

En este punto, el secretario general del OIEA ha puesto en valor su reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que para el organismo que lidera es "muy importante" dar a conocer la situación que se vive en la central de Zaporiyia y "llamar la atención (...) para que la comunidad mundial sepa sobre el peligro".

Por su parte, el principal asesor de la empresa rusa Rosenergoatom, Renat Karchaa, ha reconocido que el flujo de agua del estanque es pequeño debido al funcionamiento limitado de la central, y ha señalado que estas medidas adicionales a las que se refiere Grossi pasan por el uso de estaciones de bombeo portátiles o pozos.

Las autoridades ucranianas denunciaron a comienzos de la semana pasada la destrucción de la presa de Nueva Kajovka, lo que derivó en inundaciones masivas por el agua retenida en un embalse sobre el río Dníeper y de la que se nutre la mencionada central nuclear de Zaporiyia.

Una delegación del OIEA ha visitado este jueves las instalaciones de la central por tercera vez desde el estallido de la guerra, a finales de febrero del año pasado. De hecho, el organismo cuenta con personal experto desplegado en la central para supervisar su buen funcionamiento.

La central nuclear de Zaporiyia es considerada como la más grande de Europa, si bien desde mediados de septiembre del año pasado no produce energía. Rusia se hizo con el control de las instalaciones, enormemente codiciadas tanto por las autoridades rusas como ucranianas.