El nuevo Macan es, tras el Taycan, el segundo automóvil exclusivamente eléctrico concebido, desarrollado y comercializado por Porsche. Además de reconsiderar el método de impulsión, la última generación del SUV deportivo acrecienta los contenidos tecnológicos y plantea un diseño vanguardista, aunque coherente con el de la remesa anterior. Esta convivirá un tiempo con la moderna para satisfacer a la mayor parte de su clientela, que permanece fiel a los motores de combustión (plantea versiones de 265, 380 y 440 CV, desde ochenta mil euros en adelante). La edición 2024 es una convincente invitación a pasarse al eléctrico. Ofrece dos opciones, Macan 4 y Macan Turbo, con rendimientos máximos de 408 y 639 CV, alcances de 613 y 591 km, y precios de partida de 85.382 y 116.914 euros, respectivamente.
El nuevo Macan, que coexistirá con su antecesor lanzado hace diez años, evidencia el parentesco, aunque ofrece una estampa más depurada, robusta y contemporánea. Mide 4,784 metros de uno a otro parachoques, tiene 1,94 de anchura, separa 2,89 los ejes y eleva el techo hasta 1,62; así que amplía en 8 la batalla y ocupa 6 cm más de largo y 2 más ancho. Gracias a ello exhibe un porte más atlético y gana habitabilidad. Acomoda en su interior cinco adultos, que pueden distribuir su equipaje entre el cofre posterior (540 litros) y el hueco delantero (84); juntos brindan 147 litros más que la entrega precedente.
La nueva luce un perfil estilizado, marcado por la curva que fluye desde la proa, ascendiendo por el capó y el parabrisas para discurrir después por el techo, hasta conferir hechura cupé a la zaga. El frontal afilado, desprovisto de parrilla, pero con una gran toma de aire, además de las aletas prominentes y el generoso calzado (con ruedas traseras más anchas), contribuyen a afirmar la identidad del modelo.
La concepción interior también imprime carácter. Porsche, que emplea en su confección un notable porcentaje de materiales ecosostenibles, propone hasta tres pantallas para el puesto de conducción y el de acompañante. Tras el volante asoma una de 12,6 pulgadas, con diseño curvo, que corresponde al cuadro de instrumentación independiente. Va acompañada de la pantalla central, de 10,9 pulgadas. Más novedoso es el tercer elemento, un display opcional de 10,9 pulgadas enfrentado al copiloto para permitirle operar el sistema de información y entretenimiento durante la marcha.
El nuevo Macan a pilas disfruta de múltiples sofisticaciones tecnológicas. Así, el sistema Porsche Driver Experience incluye un head-up display con tecnología de realidad aumentada, que integra elementos virtuales como las flechas de navegación en las imágenes reales; estas aparecen ante el conductor con una perspectiva de 10 metros, lo que equivale a la visión de una pantalla de 87 pulgadas. El asistente por voz ‘Hey Porsche’ permite interactuar con el vehículo para los más diversos cometidos, entre ellos preparar rutas y organizar las operaciones de recarga de la batería.
La apuesta por la movilidad eléctrica no implica la renuncia a la deportividad por parte del constructor germano. Prueba de ello es la configuración elegida para el Macan, con potentes motorizaciones y centro de gravedad rebajado, para fomentar dinamismo y aplomo.
Las dos variantes disponibles cuentan con tracción integral. Los bloques eléctricos de cada una, uno por eje, se controlan por medio de la electrónica de potencia, prácticamente en tiempo real. El sistema Porsche Traction Management (ePTM) trabaja cinco veces más rápido que una tracción total convencional, llegando a contrarrestar un eventual deslizamiento en un parpadeo (10 milisegundos). El reparto de la tracción a las cuatro ruedas responde en consonancia al modo seleccionado previamente por el usuario en el programa de conducción.
En el caso del Macan Turbo, la motricidad, la estabilidad de marcha y el dinamismo lateral progresan gracias al Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), un bloqueo de diferencial controlado electrónicamente en el eje trasero. Esta versión más potente también monta de serie suspensión neumática, provista de control electrónico de la amortiguación Porsche Active Suspension Management (PASM), que emplea amortiguadores con tecnología de dos válvulas. Puede combinarse con la suspensión optativa de muelles de acero.
La última generación del Macan dispone por primera vez de dirección en el eje trasero, recurso opcional que ofrece un ángulo de giro máximo de cinco grados. Su aportación propicia reducir a 11,1 metros el diámetro de giro al maniobrar en tráfico urbano. A velocidades más elevadas, este sistema contribuye a mejorar la estabilidad y la direccionalidad en curva.
PERVIVE EL MACAN DE COMBUSTIÓN
Porsche toma partido por la movilidad sostenible y convierte el Macan en un SUV 100 % eléctrico. La decisión no implica la renuncia a los motores térmicos, parte esencial de su oferta al atraer al grueso de su clientela. Por eso, la nueva generación del modelo va a coexistir con la anterior, que permanecerá en activo para proponer tres versiones con motor de gasolina: 265, 380 y 440 CV (desde 79.693, 93.313 y 112.272 €). El constructor germano, considerado uno de los estandartes europeos de la deportividad, vendió 3.275 unidades en el mercado español en 2023, el 17,72% más que un año antes. 1.155 de sus clientes se decantaron por un Macan, y 912 prefirieron el Cayenne. Según los datos que facilita la Asociación de Fabricantes ANFAC, en la Comunidad Autónoma Vasca se contabilizaron 108 matriculaciones de Porsche el ejercicio anterior, 70 en Bizkaia, 23 en Gipuzkoa y 13 en Araba.
Más de 600 km sin parar
La última creación de Porsche pertenece a esa nueva hornada de eléctricos para los que la autonomía va dejando de ser un problema. Las dos versiones propuestas en el lanzamiento prometen rodar cerca de seiscientos kilómetros de un tirón y están preparadas para reabastecer sus baterías en pocos minutos si disponen de una toma de carga rápida. Es un aliciente importante para que quienes pueden permitirse un automóvil así se decidan a dar el salto al eléctrico.
El fabricante alemán abre la oferta con el Macan 4, cuyos dos motores generan una potencia conjunta de 300 kW, equivalente a 408 CV, en el modo de máximo rendimiento: con la función overboost y el modo launch control activados. En esas mismas condiciones, el Macan Turbo suministra hasta 470 kW o 639 CV. Las prestaciones son fulgurantes, no tanto por la velocidad punta -220 y 260 km/h, respectivamente- como por la capacidad de aceleración. Aunque es sabido que una de las características que distinguen a la impulsión eléctrica es su súbita respuesta al acelerador, los registros de este modelo no dejan de sorprender. A pesar de sus casi dos toneladas y media, el Macan 4 progresa de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos, mientras que el Turbo acorta la espera a 3,3 segundos. Hay personas cuyo organismo no es capaz de asimilar bien tan vertiginosa progresión.
Aunque el Macan está preparado para recuperar energía sobre la marcha (hasta 240 kW), constatar a menudo el enorme potencial de sus motores comporta agotar prematuramente la reserva de energía. El modelo la acumula en una batería de alta tensión, con 100 kWh de capacidad bruta, alojada en la moderna Plataforma Eléctrica Premium, con arquitectura de 800 voltios. En manos de una persona experta y sosegada, el nuevo SUV eléctrico puede acercarse en tráfico real a los registros de autonomía oficiales, que homologan 613 km seguidos en el caso del Macan 4 y 591 en el del Macan Turbo.
Llegado el momento de reponer energías, el modelo admite tomas de corriente continua (CC) con hasta 270 kW de potencia. En una de estas estaciones de carga rápida, el reabastecimiento de la batería, del 10 % al 80 %, lleva en torno a 21 minutos. En tomas de 400 voltios, un conmutador de alta tensión permite recargar por secciones al dividir en dos la batería de 800 voltios, cada una con una tensión nominal de 400 voltios. Esto hace especialmente eficiente la carga de hasta 135 kW, sin necesidad de un transformador de alta tensión adicional. El Macan acepta la carga doméstica con corriente alterna (CA) hasta 11 kW.
