La marca de la estrella desvela la nueva generación del Mercedes-AMG GT, uno de esos deportivos de alta alcurnia al alcance de pocas manos y menos bolsillos. No precisa cuándo debutará ni cuánto va a costar, detalles poco relevantes para esa mayoría de amantes del automóvil que solo pilotará este supercoche en sueños.

Rival temible para ilustres integrantes de la categoría Gran Turismo como el BMW Serie 8 Coupé, el Lexus LC Coupé y el Porsche 911, el Mercedes-AMG GT renacerá completamente renovado. El constructor alemán considera que esta creación atesora “argumentos para ser el buque insignia en la gama de automóviles deportivos y de altas prestaciones de la marca”. Asegura que el proyecto ha partido de una hoja en blanco, circunstancia que sorprende dado el parecido físico con la generación en activo.

El AMG-GT propondrá configuraciones de 2 y de 4 plazas.

Camuflada por ese relativo continuismo estético, el bólido estrena una carrocería de aluminio compuesto más rígida, segura y larga (crece 19 cm para alcanzar 4,73 metros de eslora). A diferencia de la primera entrega biplaza, la próxima va a proponer una configuración interior opcional con cuatro plazas. La nueva hechura fomenta la habitabilidad y la capacidad para trasladar pertenencias. El maletero aumenta hasta los 321 litros, volumen ampliable a 675 cuando se aprovecha el hueco posterior de la cabina. Con todo ello, esta remesa obtiene una relativa coartada familiar.

Claro que la auténtica motivación de compra del AMG GT será más bien su estampa y el potencial que esconde. El capó delantero aloja dos interpretaciones distintas del ya conocido bloque V8 biturbo de cuatro litros. Afinado para la ocasión, este propulsor de gasolina propone variantes que reparten entre sus ruedas 476 y 585 CV.

La primera versión, denominada GT 55 4Matic+, invierte su poderío en desplazar de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos las casi dos toneladas del vehículo (1.970 kg); rodando en el escenario adecuado, establece una punta de 295 km/h. El superior vigor que acredita la declinación GT 63 4Matic+ se traduce en una velocidad máxima de 315 km/h, además de en la facultad para alcanzar 100 km/h desde parado en 3,2 segundos.

Tales registros de aceleración, propiciados por la asistencia electrónica (Launch Control), exigen de quien toma los mandos una cierta pericia de pilotaje, generosas dosis de cordura y un buen estado de forma para no perder la cabeza. Sin esos ingredientes esenciales, los múltiples recursos de seguridad y toda la tecnología punta en materia de asistencia a la conducción que acopia el deportivo no surten efecto.