Te gustan los coches. mucho. De otro modo, no estarías leyendo estas líneas y contemplando la imagen que las acompaña. Es la del próximo Mercedes-Benz CLE, el cupé derivado de los Clase C y E actuales. Un cochazo, vamos. La mala noticia es que probablemente (ojalá que no) escapa a tus posibilidades. A las financieras, a las familiares o ambas a la vez. Qué se le va a hacer. Cruyff nunca vistió tu camiseta y eso no te impidió reconocer y admirar sus enormes cualidades.

Es obvio que hay coches que se compran usando la cabeza y otros que se adquieren por impulso del corazón. Resulta innecesario precisar cuál es la motivación principal para querer hacerse con un coche como este CLE, que la marca de la estrella pondrá en circulación en noviembre. Tampoco es necesario militar entre los apasionados del motor para sentir inmediata atracción, aunque solo sea estética, por esta creación. Hasta las personas más refractarias a la llamada cultura del automóvil percibirán la exquisita elegancia que destila su figura.

Claro que luego suele aparece el cuñado de turno diciendo “sí, muy bonito”, pero que “a ver dónde metes a la familia…”. Y tendrá toda la razón. Un cupé, por más premium, tecnológico y costoso que sea, también tiene limitaciones. Eso siempre que consideremos un defecto no poder viajar en grupo o cargando bultos. Es cuestión de perspectiva, y de prioridades.

En 2024 llegará la versión cabrio del CLE.

De cualquier modo, el CLE engaña a la vista, porque ofrece bastante espacio a bordo. Eso equivale a resultar mucho más práctico de lo que se podría sospechar. Aprovecha bien su generosa talla –4,85 metros de longitud, 1,86 de anchura, 1,43 de altura y 2,86 entre ejes– para ofrecer cuatro holgadas plazas. Las dos delanteras son excelentes, y un poco más escueta las dos a su espalda; tras ellas hay un maletero que no está nada mal (420 litros). En cualquier caso, cuidar las formas optando por un esbelto cupé de dos puertas exige un tributo que hay que estar dispuesto a pagar.

En su condición de modelo de la estrella de última generación, el CLE asume y aprovecha múltiples innovaciones desarrolladas por el fabricante alemán. Dispone, por tanto, de los recursos tecnológicos más recientes para favorecer la conducción y el disfrute del vehículo. Entre ellos figura la tercera evolución del sistema MBUX de información y entretenimiento, más interactivo e intuitivo que nunca; incluye aplicaciones de terceros y un mayor nivel de personalización, con funciones de confort automatizadas. Se opera de forma oral y a través de la pantalla central táctil de 11,9 pulgadas (30,2 cm) dispuesta en vertical. El puesto de mandos contiene, asimismo, otra pantalla instrumental totalmente digital de 12,3 pulgadas (21,3 cm).

Como buen cupé, uno de los grandes atractivos del CLE es la conducción. Para optimizar esa experiencia al volante, MB rebaja 15 milímetros la altura del chasis y apuesta por eficientes propulsores, más pequeños y electrificados. Propone únicamente motores mildhybrid, que integran un motor-generador de arranque (23 CV) y un sistema eléctrico de 48 voltios.

Ese catálogo dará a elegir cuatro unidades microhibridadas, tres de gasolina y otra diésel. Esta opción a gasóleo, la CLE 220d, entrega 197 CV, potencia similar a la de la variante gasolina CLE 200 (204 CV); la CLE 300, con bloque de cuatro cilindros como las anteriores, entrega 258 CV. La versión más solvente es la CLE 450, provista de tracción integral 4Matic, cuyo propulsor de seis cilindros en línea y 3.0 litros proporciona 381 CV.

Todas las motorizaciones se vinculan a transmisión automática de nueve relaciones 9GTronic. Auguran niveles de consumo y emisiones de dióxido de carbono comedidos, con registros mínimos oficiales de 4,7 a 5,2 litros y de 123 a 137 g/km en el motor diésel; los motores de gasolina auguran cifras de 6,4 a 8,6 litros a los cien, con emisiones de CO2 entre 145 y 196 g/km, dependiendo de la potencia.

El constructor germano dota al flamante cupé de abundantes sistemas de asistencia a la conducción, varios de ellos recientemente perfeccionados para garantizar la máxima seguridad. El equipamiento de serie incluye dispositivos de control de atención, asistencia activa de la frenada, de vigilancia de la trayectoria en el carril, control de la velocidad, asistencia de aparcamiento con cámara de marcha atrás, además de asistente activo de distancia de seguridad en marcha.